WASHINGTON.- El Gobierno ordenó cancelar o restringir notablemente las clases de inglés, los servicios legales y actividades recreativas como el fútbol para los menores indocumentados no acompañados que se encuentran detenidos bajo custodia federal, debido a presiones fiscales.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que gestiona los centros para menores, confirmó que ha empezado a retirar los fondos para esas actividades, debido a la «tremenda presión» que ejerce en su presupuesto el «drástico aumento» en la llegada de indocumentados a la frontera sur.
«Esta semana, la ORR instruyó que se empiecen a reducir o cancelar los fondos para actividades de menores no acompañados que no sean estrictamente necesarias para la protección de la vida y la seguridad», dijo una portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos -del que depende ORR-, Evelyn Stauffer.
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Entre las actividades de las que se va a prescindir están los «servicios de educación, servicios legales y recreativos», precisó Stauffer, lo que incluye las clases de inglés o matemáticas a las que accedían los niños y deportes como el fútbol.
«Necesitamos urgentemente más recursos para hacer frente a las necesidades humanitarias creadas por este influjo, tanto para mantener el bienestar crucial de los niños como para aumentar nuestra capacidad», subrayó la portavoz.
26 de junio de 2018
La medida podría desafiar un acuerdo judicial federal que exige que los menores bajo custodia federal tengan acceso a educación y recreación, y HHS solo la ha confirmado después de que el diario The Washington Post accediera a documentos internos sobre el tema.
«¿Qué es lo siguiente? ¿Quitarles el agua corriente? ¿La comida? ¿Dónde van a parar?», denunció Carlos Holguín, un abogado que representa a menores indocumentados en una demanda contra las autoridades federales, en declaraciones al Post.(ECHA- Agencias)