HARRISBURG.- La policía capturó a Lee Kaplan, conocido como el “Monstruo de Pensilvania”, en una casa de Feasterville, donde encontraron cautivas a 12 menores de entre seis meses y 18 años, gracias a las denuncias de una vecina.
Según trascendió todas ellas serían amish (protestantes anabaptistas conocidos principalmente por su resistencia a adoptar comodidades y tecnologías modernas) y que vivían a la fuerza en la casa del hombre de 51 años.
Al abusador se le imputan 10 cargos por delitos sexuales cometidos a estas niñas. Ocho de ellos son considerados graves por la Justicia, como la violación de menores.
Los vecinos informan que cuando veían a las menores se mostraban “temerosas” y “tristes”. La casa de la que fueron rescatadas tenía las ventanas tapiadas y el césped descuidado. La mujer que denunció los hechos afirmó que siempre notó que “algo no estaba bien”.
También trascendió que una las niñas habría sido “regalada” a Kaplan a cambio de ayuda económica a una familia. Por eso también detuvieron a los padres de la menor, Daniel y Savilla Stoltzfus.
El responsable de mantener a estas niñas en cautiverio habría salvado la granja de los Stoltzfus de la ruina. Los padres, que nacieron en una comunidad Amish pero renunciaron a la fe en 2009, admitieron que entregaron a su hija después de «consultar información en Internet que decía que se trataba de algo legal».
Kaplan abusó de la hija de los Stoltzfus en reiteradas oportunidades e incluso tendría dos hijas con ella: una nació cuando la niña tenía apenas 14 años y otra hace un año, cuando tenía 17.
Al padre de la joven Stoltzfus se lo acusa de “conspiración para cometer un delito de violación de menores”. Él y su esposa están detenidos bajo una fianza de un millón de dólares. (ECHA. Agencias)