CLEVELAND.- Los responsables de la Convención Nacional Republicana negaron las demandas de la facción «Never Trump» (Nunca Trump) para que los estados votaran con libertad al margen de los resultados de las elecciones primarias del partido.
En el cónclave, que empezó este lunes en Cleveland, las delegaciones pidieron a gritos que se dejara a los estados decidir votar en conciencia y no por unanimidad y en línea con lo dictado por el resultado de las primarias, lo que les fue negado repetidas veces.
La intención de delegados como el senador de Utah, Mike Lee, era que, liberando a los compromisarios, se pudiera forzar una rebelión contra el magnate Donald Trump, que teóricamente tiene el número de delegados necesarios para ser elegido oficialmente aspirante a la Presidencia en la convención.
El caos se apoderó del pleno de la reunión cuando Enid Mickelsen, la presidenta del Comité de Reglas, dio por aprobadas las normas que rigen la convención, en las que se decidió que los delegados votaran en el mismo sentido que lo hizo la mayoría de votantes cuando se celebraron este año las primarias en sus respectivos estados.
Liderados por el senador de Utah Mike Lee y el ex fiscal general de Virginia Ken Cucinelli, los delegados rebeldes pidieron que se considerase la posibilidad de que cada estado decidiera por separado dar libertad de voto a sus miembros.
Entonces, el congresista Steve Womack accedió a un voto por aclamación en la que los síes resonaron igual que los noes, pese a lo cual la presidencia de la Convención Republicana consideró que se imponía la voluntad de los que pedían la misma disciplina para la totalidad de los 2.472 delegados con derecho a voto.
En un principio, nueve estados pidieron que se pasara a votación por conteo, pero en el último minuto tres retiraron esa petición, pasando el número a seis, casualmente por debajo del mínimo de siete estados necesarios para forzar el voto a mano alzada.
Esto no tiene precedentes», aseguró el senador Lee, uno de los principales aliados del senador Ted Cruz, segundo aspirante republicano de las primarias con más delegados y ex rival de Trump, que insistió en que debía procederse a un voto por conteo, no por aclamación.
«Esto es un robo, un escándalo. Nos quieren quitar nuestra voluntad», gritaba uno de los delegados de Texas -el estado que más delegados aportó a Cruz en las primarias-, pertrechado con un sombrero de «cowboy» desde el graderío. (ECHA-Agencias)