WASHINGTON.- El gobierno de EEUU descartó este lunes un diálogo directo con Irán en la reunión sobre el acuerdo nuclear que se celebrará mañana en Viena, aunque mantiene la puerta abierta a ese intercambio, algo que Teherán ha rechazado tajantemente.
«Por el momento, no creemos que vaya a haber conversaciones directas con Irán, aunque por supuesto seguimos abiertos a ello», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price (foto), en una rueda de prensa.
La reunión de mañana en Viena busca rescatar el acuerdo nuclear de 2015, en peligro por la salida estadounidense del pacto en 2018 bajo el gobierno de Donald Trump (2017-2021) y porque un año más tarde Irán comenzó a violar algunos de sus compromisos.
Justo este domingo, el viceministro de Exteriores y negociador de la República Islámica, Abás Araqchí, rebajó las expectativas en torno al encuentro y avisó de que la delegación iraní no mantendrá ningún tipo de contacto ni directo ni indirecto con Washington, como se había especulado.
Por su parte, EE.UU. mantiene la invitación para un diálogo directo con la República Islámica, aunque solo está previsto que mantenga conversaciones con sus aliados europeos en unos grupos de trabajo que se celebrarán de manera paralela, dijo Price.
Washington no participará en la reunión sobre el acuerdo, porque ya no es uno de sus signatarios.
La delegación estadounidense estará liderada por el enviado especial de EE.UU. para Irán, Rob Malley, quien trabajó como asesor de Oriente Medio para los expresidentes Barack Obama (2009-2017) y Bill Clinton (1993-2001).
Price reconoció que EEUU tiene cierta «urgencia» para iniciar un diálogo debido a los incumplimientos del acuerdo que supuestamente sitúan a Irán más cerca de una bomba nuclear.
Sin embargo, admitió que existen un gran número de desafíos, por lo que no se esperan resultados inmediatos.
«No creemos que vaya a haber un avance pronto o de manera inmediata, ya que sabemos que estas conversaciones serán difíciles; pero creemos que el diálogo con nuestros socios, y a su vez entre nuestros socios e Irán es un paso saludable para avanzar», subrayó Price.
Una de las mayores dificultades es que Washington quiere que Teherán dé el primer paso y acabe con sus incumplimientos del acuerdo como una señal de buena fe; mientras que la República Islámica considera que EEUU debería ser el primero en actuar porque fue ese país el que abandonó el pacto. EFE