WASHINGTON.- El gobierno estadounidense destacó hoy la sólida relación que mantiene con Perú en materia de seguridad y justicia, pero evitó comentar sobre la petición de extradición del expresidente Alejandro Toledo, acusado supuestamente de recibir un soborno de 20 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht.
«Colaboramos estrechamente con Perú en toda una gama de asuntos bilaterales y tenemos una sólida relación en materia de aplicación de la ley y seguridad. Pero es nuestra política desde hace mucho tiempo no comentar sobre peticiones de extradición«, dijo a Efe una portavoz del Departamento de Estado.
El Departamento de Justicia tampoco «comenta normalmente sobre asuntos relacionados con extradiciones», se limitó a indicar a Efe un portavoz de esa agencia, Peter Carr.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, pidió este domingo a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, que evalúe la posibilidad de deportar a Toledo, durante una llamada telefónica que ambos mantuvieron este domingo.
Aunque se desconoce con certeza cuál es su paradero, el expresidente peruano tiene residencia en EEUU, donde trabaja como investigador en la Universidad de Stanford (California).
Toledo es la primera gran figura de la política peruana inculpada por el caso Odebrecht, empresa que admitió a la justicia estadounidense haber pagado 29 millones de dólares en sobornos a funcionarios peruanos entre el 2005 y 2014, período que comprende los gobiernos de Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
La Justicia peruana cree que existen indicios suficientes para pensar que Toledo intervino en la contratación de Odebrecht en una obra, y ha ordenado que sea encarcelado de manera preliminar por 18 meses mientras continúa la investigación.
En un comunicado difundido en redes sociales el domingo, Toledo tachó esa decisión judicial de «infamia», afirmó que llamarlo «fugitivo» es una distorsión maquiavélica y condicionó su presencia en el proceso a que no lo prejuzguen culpable.
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