WASHINGTON (EEUU).- Al menos 70 católicos, entre sacerdotes, religiosos y feligreses, fueron arrestados este jueves durante una protesta en un edificio del Senado de EEUU en contra de la política migratoria del presidente Donald Trump.
Exhibiendo carteles con fotografías de pequeños, los manifestantes se apostaron en la rotonda del edifico Rusell de oficinas del Senado, mientras cinco de ellos, acostados en el piso, formaron una cruz con sus cuerpos.
«Darlyn, Jakelin, Felipe, Juan, Wilmer, Carlos -los nombres de los pequeños que han perdido la vida bajo custodia de las autoridades-«, coreaban los manifestantes, reseñó el diario The Washington Post.
«Estamos indignados por el tratamiento horrible de las familias y especialmente de los niños», dijo a los asistentes la religiosa Ann Scholz, de la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas, citada por el rotativo capitalino.
La movilización, organizada por más de 15 grupos católicos y que congregó a decenas de personas en los alrededores del edificio, tuvo lugar un día después de que al menos diez personas de la comunidad judía fueran arrestadas por entrar ilegalmente a la sede del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) en Washington.
Los detenidos fueron acusados de «hacinamiento, obstrucción o incomodidad», añadió el informe de prensa.
La protesta de este jueves, denominada «Día de acción católica para los niños inmigrantes», tenía como objetivo denunciar el «tratamiento inhumano de los niños inmigrantes y la detención de niños por parte del Gobierno de Estados Unidos», indicaron los organizadores en una declaración citada por Fox News.
Según la nota, las «imágenes de pequeños inmigrantes detenidos en jaulas, separados de los miembros de su familia y viviendo en condiciones insalubres y poco saludables han enojado a la nación en los últimos días».
La Administración del presidente Donald Trump ha enfrentado numerosas críticas después de conocerse denuncias sobre las condiciones de detención de los inmigrantes, en especial de los menores de edad.
Un grupo de abogados que visitó recientemente el centro de detención de Clint, en Texas, advirtió sobre las condiciones insalubres en las que permanecían los pequeños: sin pañales, sin jabón y con poco sueño.
El pasado 2 de julio, la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) difundió un documento en el que reconocía hacinamiento extremo, estancias largas y riesgos para la salud en los centros de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas.
El documento, dado a conocer tras una visita en junio a varios centros, indicó que en el momento de la visita del inspector había alrededor de 8,000 inmigrantes en las comisarías de la Patrulla Fronteriza, de los cuales unos 3,400 llevaban más de 72 horas y unos 1,500 más de 10 días.
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