FLORIDA.- Un tribunal de Fort Lauderdale, al norte de Miami, este miércoles sentenció al hispano-estadounidense , Pablo Ibar, a cadena perpetua, salvándose de la pena capital tras esperar durante 16 años en el corredor de la muerte.
El jurado necesitó una hora de deliberaciones para tomar una decisión, al considerar que hay circunstancias agravantes, pero recomendaron al juez la cadena perpetua en lugar de la pena capital.
El pasado 19 de enero, Ibar fue hallado culpable de los seis cargos que pesaban en su contra. Tres de ellos por asesinato en primer grado.
Ibar, de 46 años, fue detenido el 14 de julio de 1994. Lo acusaron de haber cometido un triple asesinato en Florida, ocurrido el 27 de junio de ese mismo año.
Su primer juicio se celebró en 2000, cuando el jurado dictaminó que Ibar era culpable. En ese momento se le condenó a muerte.
Desde entonces, su batalla por lograr un nuevo juicio y una revocación de la condena ha sido ampliamente mediatizada.
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Luego de varias peticiones denegadas, en 2016 la Corte Suprema de Florida accedió a que el acusado tuviera un nuevo juicio, al considerar el alegato de la defensa de que las pruebas en su contra habían sido “escasas y débiles”.
En 2016 la Corte Suprema de Florida dijo que las pruebas en contra de Pablo Ibar habían sido “escasas y débiles”. En octubre de 2018, cuando el acusado ya llevaba 26 años tras las rejas, comenzó el nuevo proceso. Pero el desenlace fue el mismo.
La fiscalía de Broward (el condado de Florida en que se desarrolló el juicio) volvió a pedir la pena de muerte..
21 de enero de 2019
Los hechos por los que Ibar fue condenado se remontan al 27 de junio de 1994, cuando fueron asesinados en Miramar (Florida) Casimir Sucharsky, dueño de un club nocturno, y las modelos Sharon Anderson y Marie Rogers.
Según el relato que recoge la Corte Suprema en su decisión de 2016, dos intrusos irrumpieron en la vivienda de Sucharsky y robaron varios objetos valiosos.
Los asaltantes golpearon repetidamente a Sucharski y uno de ellos le disparó a las tres víctimas en la cabeza.
Los asesinatos fueron registrados por una cámara de video que Sucharski había instalado hacía poco en su casa y la policía circuló las fotos de baja calidad extraídas de la grabación para localizar a los sospechosos.
Tres semanas después, el Departamento de Policía de Miami-Dade informó a la policía de Miramar que tenían en custodia a un hombre acusado de robo que se parecía a uno de los asesinos. (ECHA- Agencias)