WASHINGTON/EEUU- Legisladores republicanos manifestaron su disconformidad con el alza de aranceles del presidente Donald Trump durante el testimonio anual del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ante el comité de Servicios Financieros del Congreso.
En ese sentido pidieron explicaciones a la Casa Blanca por el daño que la estrategia proteccionista empieza a causar a la economía en sus distritos y no ocultaron su contrariedad la política de confrontación comercial de Donald Trump .
Los conservadores comparten los principios de la estrategia, pero no ven claro el método ni el estilo que utiliza Trump. “Solo espero que cuando se disipe el polvo la política pruebe que es brillante”, comentó Jeb Hensarling, el líder de los republicanos.
El líder de los legisladores republicanos, Jeb Hensarling, manifestaron sus dudas sobre la política de aranceles del presidente Donald Trump.
Los congresistas advirtieron a Steven Mnuchin de que los aranceles a la madera canadiense, las lavadoras coreanas, el acero y el aluminio europeo y los productos chinos, combinados con las medidas de retorsión, pueden acabar llevándose por delante cientos de empleos y provocar la pérdidas de miles de millones en ingresos.
De esta manera los republicanos mostraron así una inusual unidad con los demócratas al expresar su preocupación.
Mnuchin aseguró que las medidas de retorsión impuestas por sus socios comerciales no están teniendo un impacto en la economía, que explicó avanza a pleno rendimiento.
Pero sí reconoció que puede haber empresas y algunos bienes que sufran las consecuencias de unas restricciones comerciales que van en los dos sentidos como es el caso de la soja, cuyo precio están en caída libre.
Ann Wagner, republicana que representa a Missouri, fue punzante al señalar que la situación crea serios problemas financieros a sus agricultores.
Lo mismo hizo French Hill, de Arkansas. “Los entendemos y lo seguimos de cerca”, respondió el secretario.
EEUU es responsable del 35% de la producción global de soja y China es uno de sus grandes mercados. “Si se cortan las importaciones”, señala Ryan Findlay, de la American Soybean Association, “será muy difícil recuperarlo”.
El momento por el que atraviesan sus agricultores es muy difícil, “da igual si apoyan a Donald Trump o no”. “Al final lo que les importante es proteger su campo”, insistió.
El abaratamiento de la soja provoca un efecto en cadena. La caída de los ingresos impide a los granjeros invertir en nueva maquinara para elevar la producción y los aranceles, a su vez, provocan que estos bienes se encarezcan. (ECHA – Agencias)