CALIFORNIA.- Con la ayuda de rayos infrarrojos, arqueólogos de la Universidad de Stanford encontraron en los restos de la momia de una mujer, de casi 3 mil años de antigüedad, profusos tatuajes con formas de animales, flores y plantas, informó la revista Nature.
En las caderas de la momia se encontró flores de loto, en los brazos vacas dibujadas y en los hombros babuinos, mientras que partes del pecho, cuello y espalda estaban cubiertas de tatuajes con símbolos del ojo de Horus.
La gran cantidad de tatuajes es similar al que se ha puesto de moda en el siglo XXI, aunque en el caso de la momia aparentemente tienen motivos religiosos .
La arqueóloga Anne Austin de la Universidad de Stanford, es quien está a cargo de la investigación, ella presupone que los tatuajes podrían ser un indicio del estatus social y que esta mujer seguramente fue una sacerdotisa de la diosa egipcia de la belleza Hathor.
Estos tatuajes publicados en Nature, son los primeros descubiertos del Egipto dinástico que muestran objetos reales, debido a que unas pocas antiguas momias egipcias exhiben solo patrones de puntos o guiones.
Especialmente destacado entre los nuevos tatuajes son los llamados ojos ‘wadjet’: posibles símbolos de protección contra el mal que adornan el cuello, los hombros y la espalda.
«Desde cualquier ángulo que se mire a esta mujer, un par de ojos divinos te devuelven la mirada», dice Anne Austin, bioarqueólogo de la Universidad de Stanford en California, que presentó los resultados en una reunión de la Asociación Americana de Antropólogos Físicos.
Austin se dio cuenta de los tatuajes mientras examinaba las momias para el Instituto Francés de Arqueología Oriental, que lleva a cabo investigaciones en Deir el-Medina, un pueblo que fue una vez hogar de los antiguos artesanos que trabajaron en las tumbas en el cercano Valle de los Reyes.
Analizando un torso sin cabeza ni brazos que data del 1300-1070 aC, Austin notó marcas en el cuello. Al principio, pensó que habían sido pintadas, pero pronto se dio cuenta de que eran tatuajes.
Con la ayuda de la iluminación de infrarrojos y un sensor de infrarrojos, determinó que la momia de Deir el-Medina cuenta con más de 30 tatuajes, incluyendo algunos oscurecidos por las resinas usadas en la momificación que eran invisibles para el ojo. (ECHA- Agencias)