ARIZONA/EEUU.– Un niño de 1 año de edad fue llevado en brazos de su madre para comparecer ante el juez de una corte inmigración en Phoenix, donde el juez John W. Richardson quien apenas pudo contener su incomodidad y declaró sentirse avergonzado.
Durante la parte de la audiencia en la que pregunta a los inmigrantes acusados si han entendido los procedimientos el magistrado manifestó su consternación, informó este lunes el diario estadounidense Chicago Tribune.
«Me avergüenza hacer la pregunta, porque desconozco a quién se la explicarían, a menos que crean que un niño de 1 año puede aprender la ley de inmigración», manifestó el juez John W. Richardson al abogado que representó al menor.
El niño es uno de los centenares de menores que necesitan ser reunidos con sus padres después que los separaron en la frontera, muchos de ellos a causa de la «política de tolerancia cero» del gobierno del presidente Donald Trump.
Las separaciones han dejado mal parado al gobierno debido a la persistente difusión de noticias sobre niños llorando separados de sus madres y mantenidos aparte durante semanas.
Los detractores también han censurado el sistema de las cortes de inmigración del país que obliga a los menores -algunos todavía en pañales- a comparecer ante jueces y seguir los procedimientos de deportación mientras están separados de sus padres.
Estos menores no tienen el derecho a tener un abogado asignado por la corte y 90% son regresados a su país de origen sin la intervención de un defensor, según la agrupación Kids in Need of Defense, que les provee representación jurídica.
El viernes en Phoenix, un niño hondureño llamado Johan esperó una hora para ver al juez. Su abogado dijo a Richardson que el padre del menor lo había traído a Estados Unidos y fueron separados, aunque se desconocía la fecha. Señaló que el padre se encuentra en Honduras después que lo deportaron con el engaño de que podría llevarse a su hijo. (ECHA – Agencias)
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