NUEVA YORK (EEUU).- A martillazos contra la pantalla de ordenador, haciendo trizas fotos de exparejas o rasgando papeles con el nombre de Donald Trump, decenas de neoyorquinos y visitantes se despidieron de los peores recuerdos de este año ante la atenta mirada de las pantallas de la céntrica plaza de Times Square.
«Mi nombre es Luke, vivo en Nueva York, y hoy voy a hacer trizas el pasado: amistades falsas, personas tóxicas… Fuera», explicó uno de los participantes en la duodécima edición de Good Riddance Day (¡Hasta la vista!), quien no quiso perder la oportunidad de dejar atrás, de manera simbólica, lo peor de este año.
La fuerte lluvia en la Gran Manzana no impidió que decenas de personas se deshicieran de los malos vestigios de este año.
«Mi trabajo. ¡El tiempo pasa muy rápido!», «El plástico en los océanos», «la amargura y el arrepentimiento», eran algunos de los carteles que los participantes depositaron en el cubo de basura.
La inspiración para este evento proviene de una tradición latinoamericana donde, para festejar el Año Nuevo, los juerguistas rellenan muñecos con símbolos de los malos vestigios del año antes de prenderles fuego.
En lugar de espectáculos pirotécnicos, un camión de la empresa de destrucción de documentos Shred-It se encargó de hacer pedazos los malos momentos del 2018 para dar un nuevo comienzo al 2019.
Es el caso de una de las participantes, ella arrojó a la trituradora de fotos de su exnovio. Otra quiso acabar con el continuo cuestionarse a sí misma. Otro simplemente deseó el cierre de la cadena de farmacias Rite Aid: «¡Olvídalas!».
El evento contó con la ganadora de un concurso organizado por la compañía, en el que diversos jueces escogieron a quien merecía romper con su pasado y empezar el 2019 con mejor pie.
La agraciada fue Carmen Payton, de Norfolk (Virginia), que destrozó treinta años de pagos de su hipoteca para simbolizar «librarse de las deudas en Año Nuevo».
La gente no solo se deshizo de inseguridades o de sus problemas del día a día, sino que algunos de sus mensajes también contenían una fuerte carga política.
«Quiero decirle ¡hasta la vista! a Donald Trump, Pence y el resto de la banda», decía un mensaje firmado por Betsy desde Nueva York, que estaba acompañado por otros que anhelaban finiquitar el «odio y el fanatismo» de este año o el acoso sexual.
Sin embargo, Times Square se convirtió también en un punto de encuentro para todos aquellos que buscaban compartir sus buenos augurios para el año que arranca en menos de una semana.
El Muro de los Deseos recoge cientos de pequeñas notas de colores de neoyorquinos y visitantes con sus peticiones para el 2019: metas personales, sueños o anhelos.
«Quiero ser feliz», «Paz en la Tierra», «Que mi familia esté bien» son algunos de los ruegos colgados con chinchetas en la pared.
El objetivo es que todos los mensajes recogidos hasta hoy se conviertan en parte de las toneladas de confeti que se rociarán sobre todos los asistentes en las celebraciones de Año Nuevo en la mítica plaza neoyorquina.
Estos buenos deseos se compartirán con el millón de personas que se reunirá en este punto neurálgico de Nueva York y los miles de millones de habitantes del resto del mundo que lo verán retransmitido para contemplar el descenso de la famosa bola de 2,600 cristales y dar así la bienvenida al año 2019.
EFE/Álvaro Celorio
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