WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Barack Obama, designó hoy al juez Merrick Garland para el Tribunal Supremo e instó a la oposición republicana que controla el Senado a ser «justa» con él, al advertir que el sistema judicial del país «sufrirá» si esa nominación se convierte en una disputa política.
«Hoy nomino a Merrick Garland para unirse al Tribunal Supremo», dijo Obama en una declaración a la prensa desde la Rosaleda de la Casa Blanca.
De ser confirmado por el Senado, ese juez de 63 años cubriría la vacante dejada en la máxima corte del país por Antonin Scalia, fallecido el mes pasado y que era todo un estandarte para los conservadores.
Obama instó a su rápida confirmación a pesar de que los líderes republicanos en el Senado quieren aplazar la votación hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre.
«Simplemente les pido a los republicanos en el Senado darle una audiencia justa y después votar sobre su nominación», subrayó el mandatario, con Garland a su lado.
«Es tentador tratar este proceso de confirmación simplemente como una extensión de nuestra política, que está tan dividida. Pero seguir ese camino estaría mal, sería traicionar nuestras mejores tradiciones», advirtió Obama.
El presidente dijo que se supone que el Supremo, con sus nueve jueces que interpretan la Constitución, «debe estar por encima de la política» partidista, y no puede tratarse como una «piñata política a alguien que ha servido a este país con honor y dignidad», como Garland.
Si los republicanos obstruyen el proceso, eso «provocará un ciclo interminable de ojo por ojo» entre los dos partidos, y hará «que sea cada vez más difícil que cualquier presidente cumpla con su tarea mandada por la Constitución».
«La reputación del Tribunal Supremo sufrirá inevitablemente, y la confianza en el sistema judicial sufrirá inevitablemente», agregó.
Los candidatos fueron los jueces Merrick B. Garland, Jane L. Kelly, Paul J. Watford, Patricia Ann Millett, Sri Srinivasan y Ketanji Marrón Jackson.
Obama destacó que Garland, que actualmente es juez en la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, tiene una reputación impecable «no solo por ser una de las mentes legales más brillantes de Estados Unidos», sino por su «integridad», su «compasión y su férreo respeto» de lo establecido en las leyes del país.
«Esas cualidades le han merecido el respeto y la admiración de los líderes de ambos lados del espectro político», aseguró el mandatario.
Considerado como el modelo perfecto de juez «neutral» y con una mente brillante, Garland obtuvo en 1997 la aprobación de una buena parte de los republicanos del Senado y, por eso, ahora los conservadores tendrían muy difícil justificar un bloqueo.
«Para mí no hay mayor regalo que poder servir como juez del Tribunal Supremo», destacó hoy Garland, visiblemente emocionado en su aparición en la Casa Blanca.
El juez nacido en 1952 en Chicago (Illinois) aseguró que ha tratado de hacer de la fidelidad a la Constitución y a las leyes «la piedra angular» de su vida y de su carrera judicial.
Este es el tercer juez que Obama nomina para el Tribunal Supremo durante su presidencia, dado que a comienzos de su primer mandato nominó a las magistradas Elena Kagan y Sonia Sotomayor.