WASHINGTON.- El periodista del diario The Washington Post Jason Rezaian, con doble nacionalidad iraní y estadounidense, interpuso hoy una demanda en una corte de EEUU contra el Gobierno iraní por «torturarle» psicológica y físicamente mientras estuvo retenido durante un año y medio en Irán.
En su demanda, hecha pública por The Washington Post, el periodista y su familia aseguran que Irán retuvo a Rezaian con el fin de influir en las negociaciones nucleares que culminaron en julio del 2015 con un pacto entre Teherán y las potencias del Grupo 5+1 (EEUU), Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania).
«Durante casi 18 meses, Irán retuvo y aterrorizó a Jason con el fin de ganar poder de negociación y, finalmente, intercambiarle con EEUU por algo de valor para Irán», sostiene la demanda interpuesta en la Corte del Distrito de Columbia, en Washington.
En enero pasado, Irán liberó a cuatro estadounidenses, entre ellos Rezaian, a cambio de la clemencia otorgada por el Gobierno de Obama a siete iraníes -seis de ellos con doble nacionalidad- condenados o pendientes de juicio por delitos relacionados con el embargo económico contra ese país.
El intercambio de presos que devolvió la libertad a Rezaian en enero precedió al anuncio sobre la entrada en vigor del acuerdo alcanzado con Irán sobre la suspensión de su programa nuclear, que incluye el levantamiento de las sanciones económicas contra Teherán.
En su demanda, el periodista asegura que funcionarios iraníes le dijeron repetidamente que tenía «valor» como moneda de cambio para un intercambio de prisioneros, aunque eso no les impidió supuestamente someterle a largos interrogatorios y abusos físicos y psicológicos.
«Durante 544 días, Jason sufrió maltratos físicos y abusos psicológicos tan graves en la prisión de Evin que él nunca volverá a ser el mismo», resaltan los abogados del periodista en la demanda, en la que afirman que Rezaian «requerirá atención médica especializada y otros tratamientos por el resto de su vida».
Rezaian, corresponsal en Irán del Washington Post, fue detenido en julio de 2014 junto a su esposa y dos amigos.
Todos fueron liberados semanas después menos Rezaian, quien, tras más de diez meses de encarcelamiento, fue formalmente condenado por espionaje, por «haber recopilado información» sobre temas de «política interna y exterior», y suministrarla a «personas indebidas».
No obstante, aunque fue condenado, el Gobierno de Irán nunca dio a conocer los detalles del juicio, celebrado a puerta cerrada.