WASHINGTON.- El Gobierno de EEUU seguirá permitiendo entrar sin visado desde Siria e Irak a los periodistas y cooperantes de los 38 países miembros del Programa de Exención de Visa (VWP, por su sigla en inglés), en su mayoría europeos y que estarán sujetos a nuevas restricciones a partir de hoy.
Con este anuncio, Estados Unidos pone sobre la mesa nuevas excepciones a la ley que el Congreso aprobó en diciembre para obligar a los ciudadanos de los 38 países del programa VWP a solicitar un visado para entrar en EEUU si han viajado a Irán, Irak, Sudán o Siria en los últimos cinco años.
Las excepciones benefician a periodistas, cooperantes que viajen a Irán, Irak, Sudán o Siria para actividades de ayuda humanitaria y a miembros de organizaciones internacionales, regionales o gubernamentales en misión oficial, según informó hoy el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en un comunicado.
También se verán respaldados por estas excepciones los individuos que hayan viajado a Irak e Irán por fines «legítimos» relacionados con negocios, según el Departamento de Seguridad Nacional.
Esta excepción para aquellos que viajan a Irán por negocios beneficiará al país persa, que ya se había quejado por la nueva ley de restricciones de visados al considerar que violaba el Plan Integral de Acción Conjunta, que limita el programa nuclear iraní y que eliminó las sanciones económicas internacionales contra el país.
De esta manera, hoy entraron en vigor los cambios, aprobados en diciembre y destinados a endurecer la entrada a EEUU de aquellos que hayan viajado a Irán, Irak, Sudán o Siria desde el 1 de marzo del 2011.
La nueva ley también obliga a las autoridades migratorias a solicitar un visado para entrar a EEUU a cualquier ciudadano que comparta la nacionalidad siria, iraquí, iraní o sudanesa con la de alguno de los 38 países beneficiarios del programa conocido como «Visa Waiver» (VWP, por su sigla en inglés).
Este plan de exención de visados permite a los ciudadanos de dicho programa viajar a Estados Unidos sin necesidad de visado para visitas centradas en negocios o turismo por un periodo no superior a 90 días, lo que se traduce en unos 20 millones de personas al año.
Con este cambio de las reglas del juego, el Gobierno de Obama trata de dificultar la entrada a Estados Unidos de europeos que hayan luchado en las filas del Estado Islámico (EI).
El reclutamiento de ciudadanos occidentales para luchar junto al EI se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de EEUU, especialmente desde los atentados del 13 de noviembre en París, donde murieron 130 personas, y el tiroteo en San Bernardino (California), perpetrado en diciembre y que se cobró 14 vidas.