LOS ÁNGELES (EEUU).- Organizaciones progresistas de EEUU anunciaron hoy una campaña en la que miles de voluntarios irán puerta a puerta en más de 20 estados para explicar a los votantes la necesidad de rechazar las «políticas de odio» del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump.
La iniciativa, calificada por sus organizadores como un «esfuerzo multirracial», se desarrollará entre los días 15 y 17 de julio en casi 30 ciudades de unos 20 estados del país, «con la meta de llegar a medio millón de personas desde ahora hasta la elección de noviembre», según señaló Mehrdad Azemun, directivo de People’s Action.
La organización es una de las promotoras de la campaña junto con el Centro de Acción para el Cambio Comunitario (CCCAction, en inglés) y MoveOn.org, además de otros grupos de ámbito estatal, quienes buscarán movilizar el voto de latinos, asiáticos y otros «votantes anti-odio» en los comicios de noviembre, según señalaron hoy portavoces de la iniciativa en rueda de prensa.
«Los voluntarios estarán hablando con trabajadores de vecindarios de mayoría de residentes blancos, invitándolos a que se opongan al odio y a la agenda de Donald Trump y buscando el apoyo de una agenda de justicia económica y social», detalló Azemun.
La campaña se realizará en estados clave donde los sondeos reflejan una reñida competencia por el voto entre los dos previsibles candidatos por el Partido Demócrata y Republicano, Hillary Clinton y Donald Trump respectivamente.
LeeAnn Hall, codirectora ejecutiva de People’s Action, criticó a Trump por ser «un candidato que ha llenado su campaña con un mensaje de odio contra los inmigrantes, los musulmanes, los latinos, los afroamericanos, las personas con discapacidad, las mujeres» y la comunidad homosexual.
La activista resaltó que la iniciativa se ponga en marcha el fin de semana anterior a la celebración de la Convención Nacional Republicana, que se inicia el 18 en Cleveland (Ohio), ya que es necesario «reflexionar sobre las opciones» presidenciales y los retos actuales del país.
En ese sentido, Hall pidió una economía que funcione para todos y denunció que el país esté dividido «en dos naciones, una para los ricos y otra para todo el resto».
Por su parte, Kika Matos, directora de Derechos de Inmigrantes y Justicia Racial de CCCAction, criticó el reciente empate de votos entre los miembros del Tribunal Supremo que dejó en el limbo la ampliación del programa federal de la Acción Diferida (DACA) y su equivalente para padres indocumentados (DAPA).
«Vamos a organizar una gran respuesta política y asegurar que el candidato republicano sea directamente responsable por el odio y la hostilidad que ha causado, al igual que su partido», dijo Matos.