WASHINGTON.- El presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Paul Ryan, rechazó hoy el levantamiento de sanciones económicas a Irán, después de que el presidente del país, Barack Obama, firmara la orden que autoriza esa acción.
Ryan manifestó su oposición en un comunicado emitido después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmara que Irán cumplió las exigencias para poner en marcha el histórico acuerdo nuclear pactado en julio pasado en Viena y, de esa manera, levantar las sanciones internacionales a ese país.
«Hoy, la Administración Obama empezará a levantar las sanciones económicas sobre uno de los principales estados patrocinadores del terrorismo en el mundo», afirmó Ryan.
«Como el propio presidente ha reconocido -prosiguió-, Irán es probable que use esa inyección de dinero -más de 100,000 millones de dólares en total- para financiar terroristas».
El presidente de la Cámara baja recordó que el levantamiento de sanciones se produjo «justo semanas después de la más reciente prueba de misil balístico de Teherán, y justo días después de que la Guardia Revolucionaria Islámica detuviera a diez marinos americanos».
«Una mayoría bipartidista en la Cámara votó para rechazar ese acuerdo en primer lugar, y seguiremos haciendo todo lo posible para impedir un Irán nuclear», agregó Ryan.
El Congreso de EEUU tuvo de plazo hasta el pasado 17 de septiembre para revisar el acuerdo nuclear con Irán y los demócratas bloquearon ese día un nuevo intento republicano de sacar adelante una resolución de rechazo al pacto, lo que supuso una importante victoria para el presidente Obama en política exterior.
Tras dos fallidos intentos previos, los republicanos fueron incapaces entonces de lograr los 60 apoyos necesarios para proceder a una votación final de una resolución contra el pacto en el Senado.
La oposición republicana considera que el acuerdo, una prioridad en política exterior para el presidente demócrata, es «un mal pacto» que no evitará que los iraníes logren fabricar una bomba nuclear.
En términos prácticos, el hecho de que el Congreso no consiguiera bloquear el acuerdo permite que las sanciones contra Irán empiecen a levantarse.
Obama se involucró de manera muy personal, dedicando tiempo y esfuerzos, en una campaña para tratar de vender las bondades del acuerdo a los congresistas demócratas y se reunió con decenas de ellos.
Además, el mandatario ha alertado al Congreso de que rechazar el acuerdo nuclear sería el peor error desde la invasión de Irak y llevaría a «otra guerra» en Oriente Medio.