ALABAMA.- Minutos antes de ser ejecutado por asesinar en 1997 a un policía, el condenado Torrey McNabb, de 40 años, lanzó insultos y levantó el dedo medio al momento de aplicarse la inyección letal que acabó con su vida.
Sus últimas palabras fueron: «Mamá, hermanas —presentes en la ejecución—, mírenme a los ojos. No tengo miedo. Al estado de Alabama, te odio hijo de … Te odio, te odio».
McNabb, de 40 años, fue declarado muerto a las 21:38 hora local (02:38 del viernes GMT) tras recibir una inyección letal en la prisión Holman de Atmore, según notificó el Departamento de Correcciones de Alabama.
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El día del crimen —en septiembre de 1997—, el ejecutado huía de un cazarecompensas después de no presentarse a una audiencia de imputación por los delitos de robo y posesión de sustancias prohibidas.
McNabb sufrió un accidente y, según los testigos, abrió fuego contra el cazarecompensas, que huyó y llamó a la Policía.
El primer agente en llegar al lugar fue el agente Gordon, al que McNabb mató antes incluso de que pudiera salir del vehículo.
Luego se dio a la fuga, pero fue detenido poco después, y en fue 1999 condenado a muerte.
McNabb había solicitado al estado que el capellán de la cárcel no acudiese a la ejecución, como suele hacer, ya que no quería presencia religiosa ni que hubiese plegarias antes o durante su muerte, según explicó el Departamento de Correcciones de Alabama.
El preso tampoco quiso utilizar su derecho a escoger una última comida. (ECHA-Agencias)