WASHINGTON.- Un proyecto legislativo que renueva por 10 años más las sanciones de EEUU contra Irán y que fue aprobado el 1 de diciembre por el Congreso entró hoy en vigor sin la firma del presidente Barack Obama, mientras la Casa Blanca asegura que no afectará a los compromisos del acuerdo nuclear con Teherán.
El Gobierno de Obama «ha dejado claro» que una extensión de la Ley de Sanciones a Irán, «aunque innecesaria», es «totalmente coherente» con los compromisos asumidos por EEUU dentro del acuerdo internacional alcanzado sobre el plan nuclear iraní, según detalló en un comunicado el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
«En consonancia con esta posición de larga data, la extensión de la Ley de Sanciones a Irán se está convirtiendo en ley sin la firma del presidente«, afirmó Earnest.
La Constitución de EEUU establece que el presidente tiene un plazo de 10 días, excluyendo domingos, para decidir si firmar un proyecto legislativo aprobado por el Congreso, vetarlo o no hacer nada.
Si el presidente no hace nada en ese plazo, el proyecto legislativo automáticamente se convierte en ley.
La extensión de la Ley de Sanciones a Irán «no afecta de ninguna manera a nuestra capacidad para cumplir con nuestros compromisos en el JCPOA (siglas del acuerdo nuclear)», destacó Earnest.
Garantizar «la continuidad de la implementación» del acuerdo nuclear «es un objetivo estratégico para Estados Unidos y para nuestros aliados y socios en todo el mundo», insistió el portavoz de la Casa Blanca.
En la misma línea se manifestó en otro comunicado el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, al afirmar que el pacto con Teherán «hace más seguro» al país y al mundo entero, ya que garantiza «de manera verificable que Irán no pueda desarrollar un arma nuclear».
La Ley de Sanciones a Irán permite al Gobierno de EEUU imponer sanciones a las empresas por hacer negocios con ese país.
Tras la aprobación de su extensión en el Congreso, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, indicó que esta ley dará al presidente electo de EEUU, Donald Trump, y al propio Legislativo, controlado por los conservadores, la flexibilidad que necesitan para revisar las políticas de Obama a lo largo del próximo año.
Trump se mostró dispuesto durante la campaña electoral a «romper» el acuerdo nuclear con Irán, pero no ha dado detalles de cómo lo hará.