WASHINGTON.- El nuevo secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, reconoció este jueves la existencia de tensiones, tras los comicios presidenciales de noviembre último en los que se impuso por estrecho margen el republicano Donald Trump.
“Sé que esta fue una elección muy disputada y no todos sentimos lo mismo con el resultado´”, admitió este jueves al presentarse en el Departamento de Estado para su primer día de trabajo, luego de recibir en la víspera la confirmación del Senado.
Pese a ese contexto, Tillerson instó a los empleados del lugar a no dejar que las convicciones personales entorpezcan la capacidad de trabajar como un equipo.
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La llegada del secretario se produce cuando los medios divulgan que casi mil empleados del Departamento firmaron una protesta contra la orden del presidente Donald Trump que impide la entrada al país de refugiados y de nacionales de siete países de mayoría musulmana.
El documento, que ha sido bautizado como el cable de la disidencia, obtuvo una fuerte respuesta del vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien sugirió que quienes no están de acuerdo con la política pueden seguir con el programa o pueden irse.
Durante su intervención esta mañana Tillerson no mencionó directamente el texto que circula en el organismo, pero se refirió a los derechos de los empleados a compartir sus puntos de vista y les pidió que se adapten a los cambios en casa y en el extranjero.
“Cada uno de nosotros tiene derecho a la expresión de nuestras creencias políticas, pero entendamos los tiempos que vivimos al centrar nuestras energías en nuestros objetivos departamentales”, apuntó.
De acuerdo con el jefe de la diplomacia, los funcionarios del Departamento de Estado no son sólo conductos para políticas y planes, son además los emisarios de la nación y los ideales que defiende. «Cuando la gente los ve, ve a Estados Unidos», enfatizó. (ECHA – Agencias)