TEXAS.- Al enterarse que la policía lo buscaba por sospechoso del asesinato del médico Mark Hausknecht, cardiólogo del ex presidente George H. W. Bush, Josep Pappas, de 62 años, se suicidó esta mañana en su residencia de Houston.
El hombre fue hallado muerto, cuando dos oficiales llegaron hasta su apartamento de la capital texana para interrogarlo por el asesinato a balazos de Hausknecht el pasado 20 de julio, cuando este se encontraba andando en bicicleta por un sendero.
El homicida también estaba montado sobre una bicicleta, lo pasó, regresó sobre su trayecto y una vez que lo tuvo frente a sí, accionó el gatillo en dirección al médico, matándolo en el acto.
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Tras una investigación minuciosa, los detectives descubrieron que Pappas podría tener una motivación para terminar con la vida del profesional. Hace 20 años, Hausknecht fue el médico encargado de una riesgosa operación en la que murió su madre.
Los agentes descubrieron que cinco días después del asesinato se pusieron a la venta tres armas de fuego y munición que estaban a nombre del sospechoso. La Policía cruzó datos y supo que estaba detrás del sospechoso. Pero aguardaron dos semanas hasta estar seguros. Lo siguieron y hurgaron más en su vida.
Desde que fue declarado formalmente como el presunto asesino de Hausknecht nadie más supo de él. Fueron 36 horas sin noticias de este vecino de Houston dedicado a las operaciones de bienes raíces.
Antes, entre 1983 y 1995, trabajó en una dependencia oficial. Una vida normal. Sin embargo, por más de 20 años se cargó de rencor e ira contra el médico, al que culpó por la muerte de su madre. (ECHA-Agencias)