MANHATTAN.- Bajo la protección de la CIA, Ko Yong Suk, tía del dictador norcoreano Kim Jong-un vive desde hace 18 años en Nueva York donde administra una tintotería con su esposo, esperando retornar algún día a su patria.
Paradójicamente ella decidió radicar en la Gran Manzana mientras que su controvertido sobrino amenazaba con barrer Nueva York con una bomba de hidrógeno, entre otras de sus bravuconadas.
Ko Yong Suk (su nombre cuando era parte de la familia real norcoreana) vive en el anonimato y pese a la falta de contactos con su país de origen, aún es considerada un activo válido para la inteligencia estadounidense, que aún sabe poco de Corea del Norte.
Fotografía: The Washington Post
Precisamente fue ella quien confirmó que Kim Jong-un nació en 1984 y no en 1982 o 1983 como se creía, al narrar su historia al diario estadounidense The Washington Post.
Es la hermana de la madre de Kim Jong-un, a quien cuidaba cuando iba a la escuela en Suiza.
Un muchacho irascible
«Nunca fue un muchacho que creara problemas, pero siempre fue irascible y siempre mostró una falta de paciencia. Cuando su madre le pedía que dejara de jugar con videojuegos o estudiara, no discutía, protestaba con una huelga de hambre», explicó Ko.
Recordò que a su poderoso sobrino, al que se refirió como «Mariscal Kim Jong-un», le gustaba pasar el verano en Corea del Norte, una vez terminada la escuela.
Cuando comenzó a jugar al básquet, se volvió obsesivo», agregó Ko. Más bajo que sus amigos, Kim Jong-un fue impulsado por su madre a jugar al básquet porque así sería más alto.
Kim supo que sería «heredero» de Corea del Norte en 1992, mucho antes de que el mundo lo supiera en 2010. Desde entonces, pese a sus esfuerzos, «fue imposible para él crecer como una persona normal», precisó Ko.
Kim eligió el marido de su tía, Ri Ganag, con quien huyó a Estados Unidos. «Hemos tenido una buena vida. Hemos alcanzado el sueño americano», bromeó Ri, quien admitió las dificultades iniciales. ( ECHA-Agencias)