WASHINGTON.- El presidente Donald Trump admitió que durante la campaña se enfocó en ampliar la mayoría republicana en el Senado a pesar de que es la Cámara Baja la que más probabilidades tiene de caer en manos de la oposición demócrata.
«Nos va a ir bien en la Cámara de Representantes, pero como saben, mi enfoque principal ha sido el Senado, y creo que nos va a ir realmente bien en el Senado», manifestó el mandatario a los periodistas al abandonar la Casa Blanca rumbo a Macon (Georgia).
Trump reconoció el viernes que los demócratas «podrían» recuperar el control de la Cámara de Representantes, que está en manos republicanas desde 2011, y este domingo justificó su decisión de no invertir más esfuerzos en impedir que eso ocurra.
«No puedo hacer campaña por todos esos congresistas. Hay mucha gente en la Cámara Baja. Serían demasiadas paradas», opinó.
En las elecciones del martes se renuevan todos los escaños de la Cámara de Representantes, un total de 435, mientras que en el Senado solo está en juego un tercio de los 100 asientos.
La oposición a Trump necesita ganar 23 escaños para tomar las riendas de la Cámara Baja, y los analistas calculan que podrían conquistar hasta 35 asientos y hacerse con la mayoría.
En cambio, el mapa es mucho menos favorable para los demócratas en el Senado, donde tienen que defender más asientos que los republicanos, y en estados especialmente conservadores.
Ante ese panorama, Trump se ha enfocado en candidatos al Senado y a gobernaciones en estados que ganó en 2016 y donde se siente cómodo, y ha dedicado menos atención a la Cámara Baja debido en parte a que muchos de sus escaños clave se disputan en suburbios de ciudades mayoritariamente demócratas. (ECHA-Agencias)