WASHINGTON (EEUU).- La Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) confirmó este jueves que ha aprobado el desvío de fondos, en principio asignados a Centroamérica, en respaldo al líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela, para «asistir a la sociedad civil» y ampliar «esfuerzos de buena gobernanza» en ese país.
«Los fondos reprogramados serán usados en respaldo de la legítimamente electa Asamblea Nacional de Venezuela y el presidente interino Juan Guaidó para expandir sus esfuerzos en buena gobernanza, promover medios independientes y libertad de información, para asistencia a la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos», indicó a Efe un portavoz de USAID, que pidió el anonimato.
El funcionario remarcó que esta decisión «es consistente con la orden del presidente de que EEUU no ofrezca nuevos fondos para programas en El Salvador, Guatemala y Honduras», a la vez que urgió a estos países «a tomar acciones concretas y demostrables para reducir el número de migrantes ilegales que llegan a la frontera con origen o en tránsito por sus países».
«El Departamento de Estado y USAID han dejado claro su intención de trabajar con el Congreso para reprogramar financiación hacia otras prioridades de seguridad nacional como considere apropiado», agregó.
El funcionario no precisó la cifra concreta de esta aportación ni si habría más desembolsos.
No obstante, el diario Los Angeles Times, que reveló en primer lugar esta decisión, apuntó que sería de 41.9 millones de dólares y que podría haber fondos adicionales.
En marzo el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció su intención de reducir la ayuda a estos tres países ante la, a su juicio, inacción de las autoridades centroamericanas para poner freno al flujo migratorio hacia la frontera de México con EEUU.
El mandatario ha criticado de manera reiterada a los países del Triángulo Norte y les ha responsabilizado de la «crisis humanitaria» existente en su frontera sur, ya que la mayoría procede de Centroamérica.
El Gobierno de Trump lidera una campaña para sacar a Nicolás Maduro del poder desde que Guaidó se adjudicara las competencias del Ejecutivo como presidente interino de Venezuela el 23 de enero.
Desde entonces, Washington ha impuesto sanciones contra varios funcionarios de ese país, incluido el hijo del presidente venezolano, Nicolás «Nicolasito» Ernesto Maduro Guerra, y también ha restringido las operaciones en EEUU de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), principal fuente de divisas para Caracas.
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