EL CAIRO.- Egipto despidió hoy con un funeral de Estado y una ceremonia religiosa en la catedral copta de la capital al exsecretario general de la ONU y diplomático egipcio Butros Gali, quien falleció en El Cairo hace dos días a los 93 años tras sufrir una fractura de cadera.
A la ceremonia, que tuvo lugar en la capilla familiar en el complejo de la catedral central, situada en el barrio de Abasiya, asistieron destacados representantes egipcios y de la comunidad internacional, como la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova.
Bokova pronunció un breve discurso en el que destacó que Butros Gali era «un verdadero humanista», «un hombre que escuchaba a todos» y «un símbolo de los principios y los valores» que promovieron la estabilidad y la paz en el mundo.
También estuvieron presentes diplomáticos egipcios como Amro Musa, exsecretario general de la Liga Árabe y antiguo ministro de Exteriores, quien destacó el papel de Gali en las negociaciones de paz con Israel, que culminaron con el acuerdo de Camp David de 1979.
Entre los asistentes, estaba Nabil al Arabi, actual secretario del organismo panárabe, y el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, además de otros cargos del Gobierno.
El Papa copto Teodoro II, que encabeza la Iglesia cristiana ortodoxa a la que Gali pertenecía, bendijo su féretro envuelto en la bandera de Egipto, tras calificarle de «fabricante de paz» y «maestro para las generaciones» futuras.
«Hoy despedimos a un hombre universal que no sólo tuvo influencia en la historia egipcia, sino también en la mundial», aseguró el patriarca copto, que también estuvo presente en el funeral de Estado celebrado pocas horas antes.
La ceremonia militar tuvo lugar en la zona de Tagamu al Jamis, a las afueras de El Cairo, y estuvo encabezada por el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, acompañado de miembros de su Gobierno.
Los restos de Gali descansarán en la denominada capilla Butrosiya, que pertenece a esta destacada familia de políticos, donde está enterrado también su abuelo -primer ministro entre 1908 y 1910- tal y como informó la Iglesia copta.
El diplomático egipcio, nacido en 1922, fue elegido al frente de las Naciones Unidas en 1992, en sustitución del peruano Javier Pérez de Cuéllar, y ocupó el cargo hasta 1996.
Fue el primer africano en ser secretario general de la ONU, antes del ghanés Kofi Annan.
También ocupó distintos puestos en el Gobierno egipcio, donde fue ministro de Estado de Asuntos Exteriores entre 1977 y 1991 y presidente del Consejo Nacional de Derechos Humanos egipcio, entre el 2003 y 2012