EL CAIRO.- Una reunión mantenida entre el controvertido diputado egipcio Tawfiq Okasha y el embajador israelí en El Cairo, Chaim Koren, ha desatado una ruidosa polémica en el Parlamento egipcio, que ha saltado a las portadas de los principales periódicos egipcios.
Okasha, dueño del canal de televisión Farain, donde presenta dos programas de contenido político, ha sido acusado por sus colegas de hemiciclo de intentar favorecer la normalización de las relaciones con Israel, país con el que Egipto mantiene unas relaciones muy delicadas debido al rechazo de numerosos sectores al acuerdo de paz firmado en 1979.
Asimismo, el Congreso de los Diputados ha encargado a una comisión que investigue si la reunión mantenida entre Okasha y el diplomático abordó temas de seguridad nacional, y si supuso una intromisión en los asuntos del gobierno.
Desde la tribuna de su programa, Okasha, anunció hace varias semanas su intención de invitar a una cena al diplomático israelí para discutir una posible mediación de Israel en la disputa que mantienen Egipto y Etiopía por las aguas del Nilo.
Después, en su cuenta de Twitter, Okasha publicó las fotos de la reunión y aseguró que habían tratado «varios temas de interés para Egipto, entre ellos la crisis de la presa Al Nahda», que está construyendo Etiopía.
Sin embargo, sus justificaciones no surtieron efecto y en el Parlamento, uno de sus colegas diputados, Kamal Ahmad, golpeó al empresario con un zapato, acto considerado como una grave ofensa en numerosos países árabes.
Las prensa nacional destaca hoy a toda página el griterío desatado ayer en la Asamblea Legislativa y la campaña lanzada contra Okasha.
«El Parlamento se enfrenta al ‘diputado de la normalización’ con ‘un zapato'», titula a ocho columnas el diario Al Watan, mientras que el rotativo Al Masri al Yom asegura: «El idioma de los zapatos regresa a la ‘Ilustre Asamblea'».
Por su parte, el principal periódico oficialista, Al Ahram, optó por un titular más descriptivo en el que se limita a informar de que el parlamentario Kamal Ahmad golpeó a Okasha con un zapato, así como de que el Congreso de los Diputados ha creado una comisión para investigar la reunión entre Okasha y Koren.
Durante una tensa sesión, varios diputados denunciaron también que el encuentro afectó a la soberanía nacional y supuso una violación de la seguridad nacional y árabe.
Por su parte, Okasha, que mantiene su teléfono móvil cerrado, se reafirmó en su decisión, y en su cuenta de Twitter mostró su disposición a acudir al Parlamento israelí.
«Iré a cualquier parte, y sí, iré al Kneset. Vosotros anulad el acuerdo de paz», escribió en su cuenta Okasha tras la discusión parlamentaria.
Egipto y Jordania son los únicos países árabes que han firmado un tratado de paz con Israel y que mantienen relaciones diplomáticas con ese país.
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