Al amanecer del 15 de noviembre de 1975, el guardia civil Teodosio Franco García, oriundo de Ica (Foto) y egresado de la Escuela de Policía aquel año, descubrió a Miguel Mario Salazar Valdivia y Alipio Vásquez Ortiz mientras pretendían forzar y robar un local comercial de artículos de electricidad en el Cercado de Lima.
La prensa de entonces contó que Salazar Valdivia y Vásquez Ortiz escapaban juntos, sin embargo, el guardia civil Teodosio Franco García los alcanzó en el pasaje Peñaloza y les ordenó detenerse.
El efectivo los encañonó con su revólver de reglamento.
«¿Por qué corren?», les interrogó a lo que los reos respondieron de forma agresiva: “Porque nos da la gana”.
Los dos delincuentes, narró luego el fiscal del caso, se comportaron de forma grosera con el agente del orden.
El GC les solicitó por ello sus documentos personales y ellos los mostraron, pero sin entregárselos.
El guardia civil enfundó entonces su arma y les comunicó que irían con él a la Comisaría, lo que aprovechó Salazar Valdivia, para sacar su revólver escondido y encañonar al GC.
Este intentó desarmar a Salazar Valdivia y, ayudado por el otro hampón Alipio Vásquez, disparó contra el GC a la altura de la región axilar izquierda.
Alipio Vásquez Ortiz le quitó el revólver al policía inmovilizado golpeándolo con la cacha en la parte occipital.
Los dos delincuentes escaparon dejando en el suelo a Teodosio Franco García, según la crónica policíal de la época.
El valeroso guardia Franco García fue llevado al hospital Arzobispo Loayza, donde falleció a las pocas horas producto del cobarde crimen.
Detenidos ambos criminales, el Consejo Supremo de Justicia Militar, después de escuchar los alegatos orales de la fiscalía y la defensa de los delincuentes, impuso la pena de muerte contra Salazar Valdivia el 18 de noviembre de 1975.
En el caso de Vásquez Ortiz, al no ser el autor del disparo contra el efectivo del orden, recibió veinticinco años de prisión en la Colonia Penal del Sepa.
Antes de ser fusilado, según las leyes de la época, Mario Salazar Valdivia recibió los auxilios de la religión de parte del sacerdote franciscano Bruno Traverso.
Fue fusilado a las 5:30 de la mañana del viernes 23 de enero de 1976 y tres horas más tarde, a las 8:30 una lancha transportó de regreso su cadáver para ser sepultado en el cementerio Baquíjano en el cuartel Santa Clara.
Teodosio Franco García fue ascendido por su valerosa acción de forma póstuma a cabo y en su Ica natal se lo considera un mártir. Además, un colegio destaca su nombre, mientras sus alumnos conocen la historia del efectivo que entregó su vida por la seguridad de su patria.
¡El crimen nunca paga!
(Foto Andina).