KINSHASA.- Félix Tshisekedi, heredero del histórico partido de la oposición en la República Democrática del Congo, fue proclamado vencedor de las elecciones presidenciales celebradas el 30 de diciembre, según los resultados provisionales anunciados este jueves.
Tras días de espera y retrasos, el presidente de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), Corneille Naanga, ha comunicado de madrugada que Tshisekedi ha sido el candidato más votado, con un 38,6% de los sufragios.
Muy cerca han quedado —según estos resultados muy cuestionados por algunos círculos— el otro opositor, Martin Fayulu, que ha obtenido el 34,8% de los votos. Queda a bastante distancia el candidato de la coalición presidencial, Emmanuel Ramazani Shadary, el hombre al que el presidente saliente, Joseph Kabila, había nombrado para ser su sucesor.
Sin embargo, las cifras oficiales se ponen en duda desde distintos círculos, entre ellos desde la Conferencia Episcopal -la influyente CENCO-, que gestiona la mayor misión de observación electoral desplegada en el país.
Según la Iglesia Católica, que ha hecho el seguimiento de todo el proceso a través de 40.000 agentes, las cifras de la CENI no coinciden con las que han recogido sus observadores a pie de urna.
Piden, por eso, que la vía de protesta sea la legal y exhortan a la “madurez cívica” de la población y las autoridades. La CENCO advirtió hace unos días que ellos tenían ya el nombre del ganador y conminó a la CENI a publicar los resultados reales.
En París, el ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, pidió «claridad con los resultados», que son distintos de «lo esperado».
Más tajante ha sido el candidato de la coalición Lamuka, Martin Fayulu, que denuncia un verdadero “golpe electoral”.
El candidato que, en pocas semanas, se había posicionado a la cabeza de las encuestas dice que estos resultados son “ridículos” y “no tienen nada que ver con la verdad de las urnas”.
Fayulu apunta a la teoría de unas cifras cocinadas durante los últimos días y a un pacto entre Tshisekedi y el campo de Kabila para evitar la pérdida del control de poder. En el mismo sentido ha reaccionado Jean Pierre Bemba, uno de los candidatos que fue vetado de la carrera electoral y que se unió a la coalición Lamuka.
El polvo blanco y las caras pintadas han teñido las celebraciones entre los seguidores de Tshisekedi, pero también han estallado las primeras manifestaciones de protesta.
Los enfrentamientos entre seguidores de Fayulu y las fuerzas de seguridad han dejado varios muertos en Kikwit y autobuses incendiados.
«En la operación de restablecimiento del orden público de este jueves en Kikwit, dos policías y dos civiles murieron. También contabilizamos 10 heridos», declaró el general Dieudonné Mutepeke, jefe de la policía de esta ciudad del oeste del país.
Tshisekedi, de 55 años y líder de la histórica Unión por el Progreso y el Desarrollo Social, es hijo del emblemático líder opositor y ex primer ministro Étienne Tshisekedi. A mediados de noviembre se desmarcó del bloque común de oposición Lamuka («Despierta», en lengua lingala), encabezado por Fayulu, para liderar su propia coalición. (ECHA- Agencias)