WASHINGTON.- El presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el demócrata Adam Smith, cargó hoy contra los republicanos que le acusan de bloquear por intereses partidistas el presupuesto del Pentágono al oponerse al desarrollo de armas nucleares de bajo rendimiento.
«Puedo asegurar que la tradición no partidista del Comité de Servicios Armados ha sido respetada por mi parte, por los miembros del partido y por nuestro personal», aseguró Smith en un comunicado.
La Cámara Baja debate desde hace semanas la llamada Ley de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) que establecerá los fondos que el Pentágono tendrá a su disposición en el próximo ejercicio fiscal y que, en caso de salir adelante, rondará los 750.000 millones de dólares, lo que supondría un incremento del 4,2 % con respecto al presupuesto del año pasado.
Generalmente, el presupuesto de la cartera de Defensa suele ser aprobado con relativa facilidad, sin embargo, en esta ocasión ambas bancadas se han enrocado en la dotación de fondos para el desarrollo de armas nucleares de bajo rendimiento, un programa que defienden los republicanos pero al que se oponen los demócratas, que controlan la Cámara Baja.
La Administración del presidente Donald Trump, que anunció su intención de abandonar en agosto el tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance (INF) firmado en 1987 con Rusia, aboga por el desarrollo de este tipo de armamento al considerar que no viola ningún acuerdo de proliferación nuclear.
Además, la Casa Blanca ha argumentado que este tipo de material es necesario, puesto que el Kremlin ha pertrechado a su Ejército precisamente con estas armas.
Desde el Pentágono también se ha defendido en diversas ocasiones que ante un ataque nuclear de baja intensidad la respuesta no puede limitarse a una ofensiva atómica a gran escala, alternativa que en su momento fue definida por el exsecretario de Estado Henry Kissinger (1973-1977) como «rendición o suicidio».
En este sentido, consciente de que la comunidad internacional recela de una posible carrera armamentística, el propio Smith sostuvo en junio que la habilidad de disuadir a un «adversario» de llevar a cabo un ataque nuclear «no solo depende del tamaño del arsenal nuclear, sino también de la fuerza de las alianzas».
«Una escalada de armas nucleares no estabilizará el orden mundial, pero la actual propuesta presupuestaria sí lo hará», zanjó entonces el congresista.
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