El dictador Alberto Fujimori, liberado de la cárcel gracias a un indulto ilegal y una polémica sentencia del Tribunal Constitucional, murió dejando deudas morales y económicas al Perú.
Crímenes cometidos bajo su mandato quedan en impunidad, las condenas vigentes, procesos judiciales inconclusos y la reparación civil impaga. Nunca pidió perdón a los deudos de las víctimas asesinadas durante su régimen.
Queda escrito en la historia la corrupción política generalizada y las numerosas violaciones a los derechos humanos que se perpetraron en su régimen. Se destruyó la institucionalidad del Estado, todo dependía de las “influencias” por cercanía al fujimorismo o a la cúpula militar. Se destrozaron los sindicatos y se debilitaron las organizaciones de la sociedad civil.
No pagó al @MinjusDH_Peru 57 millones de soles de reparación civil y dan el pésame pic.twitter.com/F5ezHLGRwH
— Jacqueline Fowks (@jfowks) September 12, 2024
Se compró a políticos de oposición y la línea editorial de los medios de comunicación. Quedaron registrados en videos los pagos millonarios a empresarios y políticos en las instalaciones del Servicio de Inteligencia Nacional.
La reparación civil sumada de las condenas que recibió asciende a 57 millones de soles, de los cuales, Fujimori no pagó ni un sol. Sin embargo, en las últimas semanas, el cuestionado Congreso de la República, controlado por el fujimorismo, le otorgó una pensión vitalicia con sueldo de parlamentario y personal a su servicio, así como asignación de combustible.
Son las deudas del dictador Alberto Fujimori con el Perú, tras su muerte a los 86 años.
Texto: WSV
Foto: Difusión
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