El INR promueve mayor inclusión el 2025 en Día Mundial del Síndrome de Down

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En el Día Mundial del Síndrome de Down –cada 21 de marzo–, se invita a reflexionar sobre la inclusión social, la igualdad de oportunidades y la dignidad de las personas con esta condición. La rehabilitación temprana e integral resulta esencial para potenciar sus capacidades y fomentar su autonomía.

En ese sentido, el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) brindó 1,017 atenciones en consultas médicas y terapias a personas con síndrome de Down solo entre enero y febrero del 2025, mientras que el año pasado atendió 5,802 casos, lo que refleja su continuo compromiso con la inclusión y el bienestar de esta población.

La Dra. Katia Bustillos Villalta, jefa del Departamento de Investigación, Docencia y Rehabilitación Integral de Deficiencias Intelectuales y Adaptación Social (DIAS) del INR. Señaló que “el síndrome de Down es una condición que, en la mayoría de los casos, conlleva discapacidad intelectual. Nuestro objetivo es ofrecer una atención integral que promueva su inclusión familiar, escolar, laboral y social”.

Evaluación y tratamiento integral

El tratamiento en  esta institución comienza con una evaluación médica detallada a cargo de un médico rehabilitador, quien realiza el examen clínico, determina el grado de discapacidad intelectual (leve, moderada o severa) y diagnostica posibles comorbilidades, como problemas cardíacos, auditivos, visuales, digestivos o hipotiroidismo, condiciones frecuentes en personas con síndrome de Down.

Según la Dra. Bustillos, tras la evaluación, se establecen metas y un plan de tratamiento personalizado. El equipo multidisciplinario del instituto brinda terapias físicas, ocupacionales, psicopedagógicas, de lenguaje y apoyo psicológico, además de orientación social para fortalecer su desarrollo integral.

Desde los primeros años de vida, se aplican terapias físicas y de lenguaje para estimular el desarrollo motor y cognitivo. Estas terapias tempranas mejoran la postura, la orientación visual y auditiva, y las habilidades de comunicación de los pacientes.

Inclusión escolar y laboral

Para niños y adolescentes en etapa escolar, el INR refuerza funciones mentales como la atención, la concentración, la memoria y la percepción, con el objetivo de que puedan integrarse a escuelas regulares inclusivas o, si es necesario, a instituciones de educación especial.

Asimismo, pensando en su futuro laboral, desarrollan también pretalleres para adolescentes con discapacidad intelectual leve a partir de los 12 años. Estas actividades incluyen aprestamiento en cocina, carpintería, computación y costura, con miras a fomentar su independencia económica y social.

Foto ANDINA

 

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