El Instituto Peruano del Deporte (IPD) ofreció una misa solemne conmemorativa por los 53 años de la lamentable tragedia ocurrida en el Estadio Nacional, un suceso que enlutó al deporte y al país.
La ofrenda, que se desarrolló en la tribuna occidente, fue oficiada por el sacerdote José Calletano quien rememoró pasajes de aquel turbulento día y exhortó a los asistentes tener presente los infaustos hechos a fin de que no vuelvan a suceder este tipo de tragedias.
El responso contó con la asistencia del asesor del IPD, Giorgio Mautino y el Director de Seguridad Deportiva, Leoncio Flores.
La tragedia
El 24 de mayo de 1964, la selección peruana de fútbol disputaba un partido contra la de Argentina, por la clasificación a los Juegos Olímpicos de ese año. Durante el encuentro el árbitro uruguayo Ángel Pazos anuló un gol a favor en el minuto 35 del segundo tiempo, conseguido por “Kilo” Lobatón.
Esta decisión incomodó a los hinchas de la blanquirroja, y fue cuando Víctor Vásquez, conocido como “Negro bomba” ingresó a la cancha para agredir al juez y fue aprehendido por la policía.
El árbitro dio por finalizado el partido lo que enardeció aún más a los aficionados. En ese momento empezó una de las tragedias deportiva, más aparatosas que se recuerda a nivel mundial. La policía por evitar el desborde total de la exaltada concurrencia, lanzó bombas lacrimógenas a las tribunas.
El pánico se apoderó del público, que buscó las salidas del estadio y se encontró con los accesos bloqueados. Se produjo una estampida y el posterior enfrentamiento con los policías, que dejó más de 300 muertos. La mayoría de las víctimas falleció por asfixia y otros por aplastamiento al chocar contra las puertas del estadio que se encontraban cerradas. (J.A.M.)