Manhattan rememora la urbe estadounidense ligada a las desaparecidas Torres Gemelas pero de lo que se trata en este caso es un Café Bar Restaurante Manhattan ubicado en el Centro Histórico de Lima.
Tiene el restaurante un prestigio de 25 años y entre las innovaciones recientes destaca la presentación de una nueva y exquisita carta para el deleite de sus comensales con el ‘desayuno peruano’ (pan con chicharrón de panceta y camote, tamal de la casa con salsa criolla, jugo de naranja o papaya y una infusión o café americano entre otras opciones).
Sin embargo su prestigio va acompañado con un sonoro pregón por la cocina criolla como que en este restaurante se dieron los inicios del crecimiento de la gastronomía peruana al ganar en 2002 la mejor preparación del peruanísimo lomo saltado.
El gerente general del Café Bar Restaurante Manhattan, Armando Chang, con orgullo señala que fue invitado a participar en el primer Mistura que se realizó en el Cuartel San Martín donde ganó la preparación de su lomo saltado con Gastón Acurio en el jurado.
Armando Chang se ufana que su lomo saltado es el plato preferido de sus clientes tanto que de cada 10, siete lo consumen y ello es motivo de orgullo de su local que mantiene una clientela que respalda la calidad de la comida que se ofrece a través de una variada carta.
Armando Chang cuenta que llevado por la corriente expansiva que obligó a muchos negocios del mismo rublo a salir del centro de Lima, lo llevó a instalarse en San Isidro donde encontró que fue un error llevar el restaurante a un lugar donde se tenía que empezar de nuevo.
“El propietario del local casi me condujo a que desistiera del nombre porque ellos podrían conducirlo pero la respuesta fue negativa y tomé la decisión al lado de mi esposa Yolanda Vargas de retornar a Lima”, dice.
“Además se daban las condiciones porque el centro de Lima se estaba ordenando con el Alcalde Andrade Carmona y era el momento de mover la pieza de ajedrez y no equivocarnos”, refiere.
El local ubicado en el Jirón Santa Rosa 253 (ex Miro Quesada) tiene una infraestructura que convoca a un solaz ambiente que contagia por el candor que se respira.
Ese trato cálido es parte del éxito del restaurante que se diferencia de otros por el compromiso del personal que en número de 18 se esmera a diario para reforzar el slogan que los identifica: “Se come bien y la atención es de primera”.