El que diga «hay dragas y dragas» está mintiendo porque todas destruyen

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La persona que diga que «hay dragas y dragas» está mintiendo porque todas destruyen, afirmó el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, al señalar que sería terrible la derogatoria de los decretos que regulan el proceso de formalización y la interdicción de la minería ilegal.

Fue al comentar las declaraciones del candidato a vicepresidente y jefe del plan de Gobierno de Keiko Fujimori, José Chlimper, quien defendió el compromiso firmado con los mineros ilegales y trató de minimizar los cuestionamientos asegurando que no todos los que desarrollan esa actividad son pernicios y que «hay dragas y dragas».

«No hay draga buena en cuerpos de agua de la Amazonía, porque te genera remoción de sedimentos, o nuevos sedimentos que altera o desaparecen ríos como el que iba por la quebrada Guacamayo que desapareció. Obviamente, la contaminan con mercurio”, dijo en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.

“El que te diga, ‘mira hay dragas y otras que sí se pueden instalar está mintiendo porque todas destruyen y no hay forma de meter dragas en ríos de la Amazonía peruana. […] Sería terrible la derogatoria de decretos porque el artículo 2 del Decreto Legislativo 1100 y el artículo 5 es el que prohíbe el uso de dragas y maquinaria que daña los cuerpos de agua”, explicó.

El ministro del Ambiente cuestionó que el jefe del plan de gobierno de Keiko Fujimori, José Chlimper, asegure que solo el 80% de la minería informal se ubica en la sierra, mientras que un mínimo se encuentra en Madre de Dios.

Sobre las declaraciones de Chlimper quien dice que no hay que satanizar y que no podemos centrarnos en lo que pasa en la Amazonía porque en la realidad en los andes y, sobretodo, en la costa es diferente, señaló: «Última mentira porque definitivamente sacan el dato que es 20% en Amazonía y el 80% en el resto del país que se ubica la minería informal, cuando todos sabemos que la mayoría de gente que está haciendo esta actividad está en dos sitios, en Madre de Dios y en Puno. En Chala, Pataz y Nasca hay bastante menos, ahí hay procesadoras”.

 

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