La Asociación de Alcohólicos Anónimos (AA) firmará en los próximos días un convenio con el Ministerio de Salud a fin de hacer más visible el problema contra el que luchan miles de personas a diario, además de dar a conocer los diversos grupos de ayuda que existen en todo el país y que son gratuitos.
Antonio Lara, vicepresidente de Alcohólicos Anónimos, custodio clase A -quien no tiene problemas de adicción- comentó en el programa Saludable Mente de Andina Canal On Line que el convenio formalizará la relación de trabajo que tienen con el ente rector de la salud, para trabajar más en prevención y tratamiento.
“Gracias a este convenio, podremos asistir a los centros de salud con información oportuna, a fin de que los profesionales se conviertan en puentes entre quienes necesiten nuestra ayuda y los grupos de apoyo”, señaló.
Indicó que si bien en Lima se encuentra la mayor parte de grupos de AA, existen 220 en todo el Perú, integrados por hombres y mujeres que se enfrentan a diario al alcoholismo, que ha destruido sus vidas y las de su entorno cercano.
ENFERMEDAD DE LA VOLUNTAD
Lucho, integrante de AA y vocero también de la Asociación, explicó que esta organización ni previene ni prohíbe el consumo de alcohol, pero sí se enfoca en recuperar a aquellos que lo requieran, como fue su caso.
“Esta es una enfermedad de la voluntad. Yo decido. Yo quiero salir de esto. Y en virtud de esto, nosotros brindamos información para que tú sepas el camino. Si tú deseas, llegarás. Y sabrás que lo necesitas cuando el alcohol te esté dañando, cuando no te permita tener una vida libre”, indicó.
En la misma línea, el licenciado Lara comentó que el trabajo con el Minsa será de apoyo permanente para darle mayor visibilidad al tema y lograr que más personas sepan que existe una salida para este problema.
“El alcohol es diferente del alcoholismo. Pero muchas veces el alcohol se transforma en el medio para tapar o liberar demonios que tienes dentro. La persona tiene que ser consciente del daño, la violencia que está generando, que se está yendo a la muerte y destruyendo las relaciones con su familia, su trabajo, como un individuo social, porque ya nadie te invita a un lugar porque haces laberinto”.
Agregó que se trata de una enfermedad que afecta la voluntad y por eso no funciona si el remedio se da a la fuerza.
Fuente: andina.pe/Foto: diariocorreo.pe