El videoarbitraje (VAR) se aplicó por primera vez en Perú de manera improvisada y rudimentaria gracias a la cámara de un fotógrafo que ayudó a un árbitro a validar un dudoso gol, informaron este lunes medios locales.
Ocurrió en el partido disputado ayer domingo entre los modestos equipos Auquiato de Pampamarca y el Retamoso, partido correspondiente a la ida de los cuartos de final de la fase regional de la Copa Perú, torneo cuyo campeón asciende a la primera división junto al ganador de la segunda división.
Sin la sofisticación del VAR implementado en el Mundial de Rusia 2018, donde había más de treinta cámaras para captar el más mínimo detalle del juego, al árbitro de este partido, Albert Alarcón, le bastó con la breve secuencia de imágenes captada con una cámara fotográfica desde un único ángulo para absolver sus dudas.
Con un protocolo similar al desarrollado en la Copa del Mundo, el juez se aproximó a la banda para observar las imágenes en la pantalla de la misma cámara, donde las visionó las veces que necesitó hasta estar seguro de su decisión y retornar al terreno juego para reanudar el encuentro.
La jugada polémica devino cuando el futbolista del equipo visitante Jordan Campos anotó un gol con un disparo desde fuera del área, pero aparentemente el balón traspasó la red por un agujero en la malla y terminó fuera del arco.
El partido, que terminó con triunfo del Retamoso por 1-0, se jugó en el humilde estadio Urubamba, a orillas del río del mismo nombre, en el pequeño municipio andino de Chalhuanca, situado en la región Apurímac, y para ambos equipos suponía su debut en una fase regional de la Copa Perú.
Hasta ahora no hay fecha para la introducción del VAR en los torneos peruanos a nivel nacional, pues de momento su estreno en Sudamérica llegará a partir de los cuartos de final de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana.
En la Copa Perú, conocida popularmente en el país como el «fútbol macho» por las duras condiciones y recursos limitados que deben enfrentar sus participantes, se disputa en las canchas más variopintas y remotas de todo el país.
Es habitual que en sus partidos ocurran incidencias tan singulares como que una manada de vacas entre al terreno de juego e interrumpa el partido, una abeja pique al árbitro y retrase el inicio del encuentro, o que el partido termine en batalla campal, algo bastante frecuente.