Juan Carlos Oblitas le tiene fe ciega a Juan Reynoso confiado en que sabrá revertir el pésimo comienzo de la selección peruana de fútbol en la Eliminatoria para el Mundial del 2026.
La intención de Oblitas es poner paños fríos al momento de desengaño que burbujea por todos lados ante la evidencia del punto ganado de 12 posibles y cero efectividad para estar en el penúltimo lugar de la clasificatoria.
Oblitas como Director General de Fútbol de la FPF tiene peso para santificar a Reynoso, darle su respaldo considerando que es un técnico capaz e inteligente, algo que no muestra Reynoso. Caso contrario estaríamos en balcón y no en el sótano de los que salen sobrando.
¿Oblitas salió al frente a dar la cara por iniciativa o empujado por Agustín Lozano?, no lo sabremos. Lozano días antes dio un discurso de apoyo a Reynoso con poco convencimiento al caer en una inexactitud pírrica frente al convulsivo ambiente.
Oblitas por su imagen de ex futbolista y entrenador que avanzó con esfuerzo proyecta buena imagen, pero su mayor logro fue convencer a Ricardo Gareca para que apostara por la clasificación al Mundial de Rusia 2018. De hecho fue un gran logro porque estar en una cita planetaria después de 36 años tiene reconocimiento mayoritario.
Sin embargo, la continuidad de Oblitas en la FPF ha dejado dudas de su integridad para darle las espaldas a Gareca para que salga de la Videna y haciendo yunta con Lozano, tiraron la cuerda en el mismo sentido para que Reynoso se ponga al frente de la bicolor.
Se viene la fecha doble de noviembre ante Bolivia y Venezuela y habrá que tomar decisiones llegado el momento. Si se gana los seis puntos, la sonrisa regresará a la Videna.
De lo contrario le quedará muy poca tela por cortar a la yunta de San Luis y en ese caso, la fe ciega de hoy, será la salida de todos los que se sientan culpables en noviembre. Falta poco, de qué color se verá el cielo entonces. (Hugo Laredo).