Fueron 94 minutos de angustia entre los aficionados que siguieron, minuto a minuto, el encuentro de fútbol entre las selecciones de Perú y Ecuador. En la víspera existía un ambiente esperanzador. al fin y al cabo en el encuentro anterior, ante Colombia, el equipo parecía que iba de menos a más. Pero esta vez, no fue así. El seleccionado ecuatoriano dominó el encuentro prácticamente durante todo el partido. Salvo la valiosa actuación de Pedro Gallese, que demostró ser uno de los mejores guardavallas de esta parte del continente, los demás jugadores no brillaron tal como se esperaba. De esta manera han quedado rotas las posibilidades de una clasificación para participar del Mundial 2026.
Desde el primer minuto el conjunto norteño, con la presencia de los jugadores como el veterano Valencia, Preciado, Mercado, Caicedo y Estupiñán jugaron a gran velocidad y exhibieron un acoplamiento en cada una de sus líneas. El arquero y la defensa mostraron estar muy bien posicionados, los de la línea media actuaron vertiginosamente tanto para recuperar las escasas avanzadas de Gianluca Lapadula y compañía como para alimentar a su ofensiva. En el primer tiempo hubo un desgaste generoso de energías en uno y otro lado. Pero, esto no fue así en el segundo tiempo cuando Enner Valencia rompió el silencio e hizo explotar las tribunas de sus parciales con un gol que ya se venía. Es verdad que se produjo a los 53 minutos, pero a esa altura el tiempo del once nacional mostraba agotamiento. Esta vez el veterano Jorge Fossati acertó en el ingreso de Carlos Zambrano, quien no había arrancado en encuentro y había sido reemplazado en el titularato por Santa María. Este no dio resultados esperados por el vertiginoso desplazamiento de los delanteros ecuatorianos. La presencia de Sone, Archimbaud y Ormeño quedaron en el marco del entusiasmo. Pusieron su cuota de esfuerzo, pero ese aporte fue insuficiente.
La nueva derrota que deja al Perú en el lugar ya acostumbrado, o sea el último en la tabla de posiciones, solamente sirve para depositar en el cajón de los olvidos un mal recuerdo. Es imposible tratar de echarle toda la culpa al técnico. Ha tenido fallas y eso ya forma parte de los malos recuerdos que tiene el historial del fútbol peruano. Tampoco se trata de silenciar los errores cometidos, pero, esa costumbre no es mala, aunque es preferible hacerlo con la altura que requiere una labor de reconstrucción del balompié peruano. En octubre viene una nueva etapa. El rival inmediato será Uruguay, que, en estos momentos, entrenado por Bielsa, viene mostrando un poderío que resultará muy difícil de superar. Bueno, somos creyentes y sabemos que octubre si hay milagros. Habría que poner la camiseta de la bicolor al viejo que está arriba, que bendiga a nuestro equipo o en todo caso que lo encuentre confesado.
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