ABU DABI (EAU).- El Papa Francisco llamó hoy a la convivencia y a la paz entre los «hermanos» de todo el mundo y todos los credos asegurando que no hay más opción que «construir un futuro juntos», en su primer mensaje público en Emiratos Árabes Unidos (EAU) dirigiéndose a toda la península arábiga, cuna del islam.
Jorge Bergoglio aseguró que hace la primera visita de un pontífice a esta región como «un creyente sediento de paz, como un hermano que busca la paz con los hermanos. Querer la paz, promover la paz, ser instrumentos de paz: estamos aquí para esto», declaró ante los anfitriones y el gran imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb.
El Papa fue invitado por los gobernantes de EAU a participar en un encuentro interreligioso bajo el título «Fraternidad Humana», junto a Al Tayeb, como representante de la principal institución del islam suní en Oriente Medio.
Los dos líderes religiosos visitaron la Gran Mezquita del jeque Zayed en la capital emiratí, Abu Dabi, donde mantuvieron un encuentro con el Consejo Musulmán de Ancianos, órgano con sede en este país y que nació en el 2014 para promover la paz en el seno de la comunidad islámica.
Posteriormente, se trasladaron al Memorial del Fundador de EAU, el jeque Zayed, donde ambos pronunciaron un discurso, ante el primer ministro y vicepresidente emiratí y emir de Dubái, Mohamed bin Rashid al Maktum, y el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed al Nahyan.
Con el monumento del jeque Zayed a sus espaldas, dibujando el perfil del fundador del país con formas geométricas y luces, el Papa llamó a condenar «sin vacilación» cualquier forma de violencia que se justifique en nombre de la religión porque «usar el nombre de dios para justificar el odio y la violencia contra el hermano es una grave profanación».
Agregó que no hay que caer en «la tentación recurrente de juzgar a los demás como enemigos y adversarios» y se refirió a «superar la brecha entre amigos y enemigos».
«No hay alternativa: o construimos el futuro juntos o no habrá futuro», advirtió ante representante de otras comunidades, como la judía.
«Las religiones, de modo especial, no pueden renunciar a la tarea urgente de construir puentes entre los pueblos y las culturas», dijo y señaló que «ha llegado el momento en que las religiones se empeñen más activamente con valor y audacia, y con sinceridad».
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— Vatican News (@vaticannews_it) February 4, 2019
En eso le hizo eco Al Tayeb. El líder religioso suní aseguró que ambos tienen «las mismas idénticas preocupaciones» y saben que «tendrán que rendir cuentas ante dios» si no actúan para detener el sufrimiento y el derramamiento de sangre en el mundo, en especial en Oriente Medio.
También el pontífice recordó los conflictos que desgarran el vecino Yemen, Siria, Irak y Libia y deseó que en «toda la amada y neurálgica región» de Oriente Medio haya oportunidades de encuentro y «personas de diferentes religiones tengan el mismo derecho».
En ese sentido, Al Tayeb quiso lanzar un mensaje a los cristianos de Oriente, asegurándoles que «no son una minoría».
«Hay que acabar con esta cultura, sois ciudadanos de pleno derecho», dijo el jeque de Al Azhar, con sede en Egipto, donde los cristianos coptos son más de 10 millones.
El Papa hizo referencia a ese país y destacó que su viaje coincide con el octavo centenario del que realizó San Francisco de Asís a Egipto para reunirse con el sultán al Malik al Kamil y tender puentes entre las dos religiones y las dos orillas del Mediterráneo.
Al término de los discursos, el pontífice y el gran imán firmaron el «Documento de Fraternidad Humana», una declaración de intenciones conjunta para trabajar a favor de la convivencia, la unión y la igualdad de todos los seres humanos, y en solidaridad con los más desfavorecidos, y en rechazo de la violencia y el extremismo.
Según los firmantes y un vídeo de presentación, la iniciativa arrancó hace un año y se plasmó hoy en EAU, país elegido por los líderes religiosos por su clima tolerante y aperturista, «un desierto que florece», en palabras del Papa.
EFE/Francesca Cicardi
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