En Hungría retiran ordenanza de 1922 que prohibía bailar tango

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En la ciudad húngara de Pécs no se podía bailar el tango, pero nadie lo sabía. La norma municipal de 1922 que lo vetaba por inmoral y cayó en el olvido, pero nunca fue anulada, acaba de ser oficialmente revertida por el Ayuntamiento.

«Considerando que la ciudad de Pécs quiere popularizar el tango, bailado en todo el mundo, y enriquecer la ya multifacética cultura local, expresa simbólicamente su intención de que en el futuro todos puedan practicar el tango sin limitaciones», asegura la moción, que ha sido respaldada por todos los partidos políticos en el Ayuntamiento.

De esta forma, queda anulada legalmente una prohibición de la que nadie se acordaba y que no se aplicaba: en la ciudad, de unos 140.000 habitantes, funcionan actualmente cinco academias de tango.

El veto ha sido levantado a iniciativa del concejal Tamás Horváth, que descubrió que esa prohibición se mantenía oficialmente y propuso anularla justo cuando la ciudad acoge el 15 Encuentro Internacional del Baile, dentro del que mañana se celebra la Fiesta del Tango de Pécs.

El veto al tango fue impuesto en 1922 al considerar el Gobierno local de entonces que este baile, al igual que el shimmy, el one-step o el foxtrot, «ofende al gusto y la moral pública, al propagar el erotismo y no el entretenimiento».

Poco después, los profesores de tango lograron que la prohibición se relajara al ofrecer enseñar una versión libre de cualquier carga erótica. EFE

 

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