El Gobierno argentino interrumpió la concesión privada del zoológico de Buenos Aires y anunció la estatización del predio de 18 hectáreas para transformarlo en un ecoparque, con más humanos y menos animales.
Llegó la hora de que los monos, los elefantes, las jirafas y los leones busquen un nuevo hogar. Los 1.500 animales que se encuentran en el zoo comenzarán a ser trasladados en las próximas semanas a santuarios y reservas de todo el país y del exterior. Pero antes se realizará un censo de todas las especies para determinar su estado de salud y el riesgo que correrían en caso de ser transportados. Por eso, no todos dejarán el predio. En el ecoparque quedarán los ejemplares más viejos o aquellos cuyo traslado representa un riesgo para su vida. Como la orangutana Sandra, que según los especialistas, debe ser sometida a un tratamiento invasivo que puede poner en riesgo su vida, asegura La Nación.
El Gobierno de la ciudad asumió el control de las instalaciones y se hizo cargo de todas las operaciones relacionadas al espacio verde a través de la creación de una Unidad de Proyectos Especiales (UPE), formada por especialistas de diversas áreas. Los 188 empleados pasarán a la administración porteña y, en principio, seguirán cumpliendo funciones en el ecoparque, según publicó el diario La Nación.
Los motivos por los que la ciudad decidió cancelar el contrato fueron que, como indica el diario argentino, el concesionario adeudaba el pago mensual de un millón de pesos (68.543 dólares aproximadamente) desde principio de año. Además, la empresa no estaba en condiciones de afrontar un proceso de transformación como el que se aproxima. Y el tercer motivo se refiere a los riesgos cada vez más serios que afrontaban los animales. El año pasado, el mismo diario publicó una nota sobre las denuncias de los propios empleados por la falta de mantenimiento del zoológico.
La idea es que en el ecoparque permanezcan entre 50 y 100 ejemplares. Los primeros animales en ser trasladados serán las aves, e irían a la Reserva Ecológica de Costanera Sur. Al traslado de las especies se le sumará la interrupción de los procesos de reproducción. El lugar también se convertirá en una clínica donde se atenderán a los animales que fueron víctimas del tráfico ilegal. La intención es que se recuperen allí y luego sean liberados en sus hábitats naturales. (Agencias)