Enedina Arellano Félix, nacida el 12 de abril de 1961 en Mazatlán, Sinaloa, es una figura notoria en el mundo del narcotráfico mexicano. Conocida como «La Narcomami» o «La Jefa», es reconocida por su papel como cabecilla del Cártel de Tijuana, una posición inusual para una mujer en el mundo dominado por hombres del crimen organizado.
Antecedentes y ascenso al poder:
Enedina, junto a sus hermanos, fundó el Cártel de Tijuana. A diferencia de sus hermanos, que eran conocidos por su violencia y tácticas agresivas, Enedina aportó una visión más empresarial a la organización. Estudió contabilidad y se encargó de las finanzas del cártel, lo que le valió el apodo de «La Contadora».
A medida que sus hermanos fueron arrestados o asesinados a lo largo de los años, Enedina fue asumiendo un papel cada vez más importante en el liderazgo del cártel. Se enfocó en el lavado de dinero, estableciendo negocios legítimos como fachada para las actividades ilícitas del cártel. También forjó alianzas estratégicas con otras organizaciones criminales, buscando expandir el alcance e influencia del Cártel de Tijuana.
Pese a su participación en el mundo criminal, Enedina ha logrado evadir la captura y se mantiene como una figura poderosa en el narcotráfico mexicano. Su liderazgo ha sido marcado por su enfoque en los negocios y su capacidad para mantener un perfil bajo, a diferencia de sus hermanos, que a menudo atraían la atención de las autoridades.
Enedina Arellano Félix representa un cambio en el panorama del narcotráfico, demostrando que las mujeres también pueden ocupar puestos de liderazgo en este mundo tradicionalmente masculino. Su historia es un recordatorio de la complejidad del crimen organizado y de los desafíos que enfrenta México en su lucha contra el narcotráfico.
Es importante tener en cuenta: aunque Enedina Arellano Félix ha sido una figura influyente, es fundamental recordar que sus actividades están ligadas al crimen organizado y han tenido un impacto negativo en la sociedad mexicana.
Educación y vida temprana: a diferencia de sus hermanos, Enedina tuvo una educación formal y se graduó en contabilidad. Esto sentó las bases para su papel como «cerebro financiero» del Cártel de Tijuana.
Matrimonio y familia: Enedina se casó con Luis Toledo Carrejo, un abogado de Tijuana. Su hijo, Luis Fernando Sánchez Arellano, alias «El Ingeniero», también se involucró en el negocio familiar y asumió el liderazgo del cártel tras la captura de varios de sus tíos.
Estrategias de lavado de dinero: Enedina fue pionera en el uso de negocios legítimos, como boutiques de moda y bienes raíces, para lavar las ganancias del cártel. Esto dificultó el rastreo del dinero y le permitió a la organización mantener una apariencia de legalidad.
Relación con sus hermanos: a pesar de su participación en el mundo criminal, Enedina mantuvo una relación cercana con sus hermanos. Se dice que era la confidente y consejera de Ramón Arellano Félix, uno de los líderes más violentos del cártel.
Evadiendo la justicia: pese a ser una de las mujeres más buscadas por las autoridades mexicanas y estadounidenses, Enedina ha evadido la captura durante décadas. Se cree que vive en Guadalajara bajo una identidad falsa y mantiene un perfil bajo para evitar ser detectada.
Representación en la cultura popular: La figura de Enedina ha sido retratada en series de televisión como «Narcos: México», donde se destaca su inteligencia y su papel crucial en el ascenso del Cártel de Tijuana.
¡El crimen no paga!