MADRID (España).- Las mascotas suelen tener su propia bandeja tanto para la comida como para el agua. Sin embargo, en muchos casos, sobre todo cuando consumen pienso seco, sus dueños apenas prestan atención a la limpieza de estos recipientes. Lo que muchos desconocen es que, al igual que los platos de los humanos, estos platos acumulan microorganismos que pueden representar un riesgo tanto para los animales como para las personas.
En sintonía con esta idea, un estudio de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) analizó los hábitos de limpieza de los dueños de mascotas. En el estudio, que incluyó a 417 personas, los participantes fueron divididos en tres grupos: el primero siguió las recomendaciones de la FDA para lavar los platos de sus mascotas; el segundo aplicó las mismas normas de higiene utilizadas para la vajilla humana; y el tercero continuó con su rutina habitual.
Los resultados mostraron que los dos primeros grupos lograron eliminar al menos el 99% de las bacterias presentes en los recipientes, mientras que en el tercer grupo los niveles de contaminación se mantuvieron elevados.
¿Cada cuánto se deben lavar los platos de las mascotas?
El ingeniero bioquímico especializado en alimentos y divulgador científico Rafa Carbajal ha explicado en un vídeo de Instagram que, según un informe del Departamento de Salud de Canadá, los recipientes de comida y agua de las mascotas deben lavarse al menos cada ocho días. No hacerlo con esta frecuencia aumenta el riesgo de que los animales, e incluso sus dueños, se expongan a microorganismos dañinos.
Sin embargo, los expertos recomiendan una limpieza aún más frecuente, sobre todo en el caso de los bebederos, ya que el agua estancada puede favorecer la proliferación de bacterias.
¿Cómo lavar correctamente los platos de las mascotas?
Según la FDA, los recipientes deben lavarse de la misma forma que los platos de los humanos. Carbajal detalla los pasos clave para una limpieza adecuada:
1.- Antes de servir la comida: Es recomendable lavarse las manos y evitar usar el mismo plato de la mascota para sacar el pienso del envase. Se sugiere emplear un envase exclusivo o verter el alimento directamente desde la bolsa.
2.- Después de cada comida: Retirar los restos de comida y lavar el recipiente en el área designada para ello. Se debe utilizar una esponja o cepillo exclusivo para este propósito.
3.- Uso de agua caliente: De preferencia, se recomienda lavar con agua a unos 70°C para una desinfección más efectiva.
4.- Secado adecuado: Tras el lavado, el cuenco debe secarse con una toalla limpia para evitar la acumulación de humedad y bacterias.
¿Por qué no deben lavarse en la misma zona que los platos de los humanos?
Uno de los errores más comunes es limpiar los platos de las mascotas en la misma área donde se lavan los utensilios de los humanos. Carbajal advierte que esto puede provocar una contaminación cruzada, ya que los restos de comida y bacterias presentes en los recipientes de los animales pueden transferirse a los platos y cubiertos de las personas.
Para evitar este riesgo, se recomienda designar un espacio exclusivo para la limpieza de los cuencos de las mascotas y utilizar utensilios de limpieza separados.
Un paso adicional: el uso de desinfectantes
Además del lavado habitual, el experto sugiere aplicar un desinfectante diseñado específicamente para mascotas. Estos productos, elaborados con ingredientes no agresivos, ayudan a mantener la seguridad de los animales y previenen los malos olores.
En caso de no poder lavar el cuenco en algún momento, Carbajal recomienda retirar los restos de comida y rociar un desinfectante especial para minimizar la proliferación de bacterias hasta la siguiente limpieza.
Fuente Europa Press / foto X