MADRID.- Las dos cámaras del Legislativo español se constituyen oficialmente el próximo 13 de enero para dar comienzo a una nueva legislatura española, en un escenario marcado por la incertidumbre y la falta de mayorías parlamentarias.
Los diputados elegidos en las urnas el pasado 20 de diciembre en las legislativas tomarán posesión de sus escaños el miércoles (13 de enero) tras jurar o acatar la Constitución, y elegirán por votación al presidente del Congreso o Cámara baja.
El Parlamento afronta esta primera votación en un escenario marcado por la incertidumbre y con un arco parlamentario muy fragmentado, donde las posibles coaliciones entre partidos deben sumar al menos 176 votos para que su candidato consiga ser investido.
El Partido Popular (en el poder, centroderecha) fue la lista más votada (123 escaños), seguido de los 90 curules socialistas (PSOE), 69 de Podemos (izquierda) y 40 de Ciudadanos (liberales). El resto se reparten entre formaciones nacionalistas y de izquierda.
El líder del PP y jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, estableció una ronda de contactos con los partidos de la oposición tras los comicios de diciembre, en la que obtuvo el «no» de socialistas y Podemos, y la posibilidad de que Ciudadanos facilitara un gobierno de coalición con su abstención.
Por su parte, el candidato socialista, Pedro Sánchez, visitó esta semana Lisboa donde anunció su intención de emular el gobierno portugués y plantear un ejecutivo español de «gran coalición», para lo que necesitaría del apoyo de Podemos y otras formaciones nacionalistas y de izquierdas.
Esta eventual coalición progresista se toparía con algunas promesas electorales, especialmente de Podemos, pues propuso una consulta vinculante sobre la independencia de Cataluña, algo que requiere una reforma de la Constitución que los socialistas rechazan de plano.
Con este trasfondo acudirán los 350 nuevos diputados el próximo miércoles al Congreso para elegir, en primera instancia, al nuevo presidente de la Cámara, la tercera autoridad del Estado tras el rey y el jefe del Ejecutivo español.
Habitualmente este cargo ha recaído en el partido más votado, que sería el PP, pero el PSOE cree que podría reunir los apoyos necesarios para su candidato. Ante esa posibilidad se reunirá el lunes la Ejecutiva socialista para elegir al candidato.
Una vez se elija al presidente de la Cámara baja, la normativa contempla un plazo para que el rey inicie las consultas con los representantes de los partidos.
A continuación, el monarca propondrá al presidente del Congreso un candidato a jefe del Ejecutivo -el que cuente con más posibilidad de superar la investidura según las consultas realizadas-, y se convocará un pleno para su investidura.
Para ser elegido presidente, el candidato debe obtener en una primera votación la mayoría absoluta de la Cámara (176 votos) y, si no lo consigue, a las 48 horas tendrá lugar otra votación, en la que solo haría falta mayoría simple (más síes que noes).
En el caso de que el candidato propuesto no consiga los apoyos suficientes en segunda votación, el monarca propondría otros candidatos con la misma fórmula.
Si en dos meses después de la primera votación de investidura ningún candidato obtiene la confianza del Congreso, el rey disolvería las dos Cámaras y convocaría nuevas elecciones.
Éste es el temor que planea en España sobre las negociaciones tras la fallida ronda de contactos del PP y la complejidad de la coalición que propone el PSOE.
EFE/Foto: congreso.es