MADRID/España.- El juez supremo Pablo Llarena no se resigna y se inclina por rechazar la entrega del expresidente catalán Carles Puigdemont, solo por malversación porque la decisión de Alemania de extraditar en tales condiciones sería el portazo definitivo al delito de rebelión.
Consideró que se crearía acusados de primera y segunda división en el juicio por el proceso independentista ilegal, un escenario que desde el primer momento ha intentado evitar la Justicia española.
Con esa intención, el magistrado del Tribunal Supremo baraja retirar en las próximas horas la euroorden dictada contra el expresidente catalán, según han informado al diario ABC fuentes de la investigación.
Llarena se encontraba a la espera de recibir de forma oficial la resolución acordada por la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein, el tribunal de la región alemana donde fue arrestado Puigdemont, que se fugó de España en octubre del 2017.
La decisión de los jueces alemanes de rechazar definitivamente la entrega del expresidente catalán por el delito de rebelión, el más grave sobre la mesa, en cierto modo era previsible.
Hasta en tres ocasiones en los últimos meses este tribunal regional ha sostenido que Puigdemont no cometió el delito de alta traición, el equivalente alemán a la rebelión al no apreciarse violencia suficiente en su plan para separar Cataluña de España por las vías ilegales.
Es más, estos jueces llegaron a decir que la violencia no fue suficiente como para doblegar a las instituciones y compararon lo sucedido en Cataluña con una protesta ecologista en el aeropuerto de Fráncfort. (ECHA – Agencias)