MADRID.- El PSOE ahondó hoy su crisis interna, con dos bandos enfrentados, a la espera de que mañana su máximo órgano directivo se reúna para, eventualmente, convocar un congreso extraordinario para elegir al líder del partido.
Las críticas de destacados dirigentes regionales a la gestión del secretario general desde 2014, Pedro Sánchez, ha llevado al PSOE a su momento más delicado de las últimas décadas, con una lucha por el liderazgo y también por la actitud que el partido ha de tener sobre la gobernabilidad de España.
El miércoles pasado, la dimisión de casi la mitad de los miembros de la Ejecutiva del partido fue la materialización de la división del PSOE, con una pugna jurídica y política sobre la convocatoria del Comité Federal.
Pedro Sánchez y sus afines lo han fijado para aprobar la elección del secretario general por los 190,000 militantes para el 23 de octubre y su ratificación por un congreso extraordinario en noviembre.
El cuestionado líder quiere ser reelegido, frente a un sector crítico que, con las dimisiones en la Ejecutiva, cree que ya no puede ejercer porque este órgano ya no existe, según los estatutos del partido.
Los miembros del sector crítico del PSOE tienen previsto acudir mañana al Comité Federal y cuestionar al inicio de la reunión la legalidad de su convocatoria por parte de una Ejecutiva que ellos consideran disuelta, explicó el dirigente Antonio Pradas.
Pradas es uno de los colaboradores de la presidenta de la región de Andalucía, Susana Díaz, líder no confesa de los críticos y que aglutina a una cuarta parte de los militantes socialistas, que proceden de Andalucía.
La Ejecutiva de Sánchez admitió hoy que está «en funciones», una fórmula que implica que no tiene competencias plenas y fijó para después del Comité Federal la reunión de la llamada Comisión de Garantías del PSOE, encargada de dilucidar los conflictos internos.
En esa comisión son mayoría los afines a Susana Díaz, por lo que la convocatoria tras el Comité Federal daría el protagonismo a este órgano, encargado de aprobar el calendario para elección del secretario general.
Por el momento, Sánchez y sus seguidores controlan la sede, así como los servicios de prensa y comunicación y por esa vía llamaron hoy a la militancia a que no se manifieste mañana ante las sedes y locales del partido con motivo del Comité Federal.
La dirección socialista incluso ha pedido a la Policía que refuerce su presencia mañana ante la sede del partido en Madrid para garantizar la seguridad y evitar incidentes.
El telón de fondo de esta batalla legal y política es la actitud del PSOE respecto a la gobernabilidad de España, cuyo Ejecutivo, que presidente Mariano Rajoy (PP, centroderecha), tiene competencias limitadas desde las elecciones de diciembre de 2015.
Sánchez ha reiterado el «no» al apoyo de la investidura de Rajoy y ha optado por intentar un gobierno alternativo, una iniciativa rechazada por Susana Díaz y otros dirigentes y que podría conducir a los terceros comicios legislativos en un año.
Sin embargo, aunque Díaz y sus partidarios niegan la posibilidad de que Sánchez pacte un gobierno para España con la izquierda y los nacionalistas, ninguno de ellos dice públicamente que el PSOE ha de apoyar de algún modo la investidura de Rajoy, una hipótesis impopular entre la militancia socialista.
Los críticos también cuestionan la capacidad de liderazgo de Sánchez, que ha llevado al PSOE a los peores resultados electorales desde 1977.
EFE/Foto: 7dias.com.do