MADRID.- El líder socialista español, Pedro Sánchez, afirmó hoy que, ante la falta de mayorías para formar gobierno, sería un «error» fomentar un frente Partido Popular-PSOE porque «agravaría aún más la confrontación» en Cataluña ante el desafío independentista de esta región.
Sánchez, en declaraciones a la emisora SER, volvió a rechazar una gran coalición PP-PSOE tras las elecciones del 20 de diciembre en las que el PP ganó sin mayoría, y abogó por intentar formar un gobierno progresista en España que impulse la reforma de la Constitución para intentar resolver el problema del encaje político de Cataluña y España.
«El error sería construir un frente cuando ahora mismo no es la confrontación la solución que tenemos que poner encima de la mesa», sostuvo el líder socialista.
Sánchez rechazó también apoyar a Mariano Rajoy para que siga como presidente del gobierno y consideró «urgente» un cambio de Ejecutivo.
El desafío independentista catalán vivió ayer un impulso tras la investidura de Carles Puigdemont como presidente del Gobierno regional (Generalitat) después de un acuerdo entre Junts pel Sí (grupo de varias formaciones con un programa independentista) y la CUP (izquierda radical independentista).
En su discurso, el nuevo presidente catalán anunció que iniciará «el proceso para constituir un estado independiente en Cataluña».
Ante esta situación, el líder socialista subrayó que «es más urgente que nunca propiciar un cambio en España que abra una nueva etapa de reformas, de diálogo, de negociación y un acuerdo para superar de una vez por todas este conflicto».
Sánchez garantizó a Rajoy que mientras siga siendo presidente, el PSOE le brindará su apoyo para defender la legalidad y la Constitución ante el desafío soberanista catalán.
Sin embargo, insistió en que «ya va siendo hora» de abrir el debate de la reforma de la Constitución, que «es la única alternativa legal, coherente y posible» para resolver el problema de convivencia en Cataluña.
Sánchez calificó de «autoengaño» el acuerdo de investidura de Puigdemont y lamentó que el bloque independentista se aferre a «una deriva y un camino hacia ninguna parte que va a crear más fractura y frustración entre los catalanes».
Además de ver apremiante que haya un nuevo gobierno en España y «una alternativa de progreso», Sánchez subrayó la necesidad de sentarse a hablar y encontrar una solución acordada.
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