MADRID.- El Ejecutivo español consiguió este jueves el apoyo parlamentario de la izquierda, así como de pequeños partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, para aprobar en el Congreso el proyecto de Ley de Presupuesto del Estado de 2022, entre fuertes reproches de conservadores, extrema derecha y liberales.
Así, el líder socialista, Pedro Sánchez, se asegura un año más en el poder y de estabilidad con vistas a las elecciones generales próximas, previstas por ahora para finales de 2023, mientras sigue gobernando en minoría y en coalición con los izquierdistas de Unidas Podemos (UP).
El proyecto legislativo será debatido y votado a continuación en el Senado, que también lo respaldará, pues la izquierda dispone de mayoría en la Cámara Alta.
Como ocurrió con los presupuestos de 2021, el Congreso avaló hoy las cuentas públicas de 2022 por mayoría absoluta, con el voto de 188 de los 350 diputados de una decena de fuerzas políticas, muestra de una Cámara Baja muy fragmentada en su composición.
Desde enero de 2020, cuando se formó el gobierno entre socialistas (120 escaños) y UP (34), Sánchez ha tenido que negociar con otros partidos para sortear su debilidad parlamentaria, aprobar los presupuestos y el resto de leyes y mantener el estado de alarma en los momentos más duros de la epidemia de covid-19.
Los presupuestos del 2022 prevén un crecimiento económico del 6,5 %, a pesar de que algunos organismos internacionales y nacionales y analistas privados prevén un incremento menor, e incorporan entregas de fondos europeos de recuperación poscovid de aproximadamente 26.000 millones de euros (unos 29.000 millones de dólares).
Los grupos de derecha, contrarios a los presupuestos, cuestionaron la credibilidad de las previsiones económicas y criticaron las «cesiones» de Sánchez a los partidos independentistas ERC (republicanos catalanes) y Bildu (izquierda radical vasca).
El Congreso incorporó 200 enmiendas, la mayoría sobre inversiones territoriales, infraestructuras o beneficios fiscales para eventos y para declarar el turismo sector estratégico, pues España es una potencia mundial.
Entre ellas, otra prevé la dotación de un fondo regional de 9.362 millones de euros (más de 10.000 millones de dólares) para afrontar los efectos de la covid-19, aunque el Ministerio de Hacienda advirtió en varias ocasiones de que sus «errores técnicos» impiden ejecutarla.