MADRID.- El líder socialista español, Pedro Sánchez, inicia hoy el proceso de negociación con todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento para intentar formar un gobierno progresista y reformista en el plazo de un mes.
Sánchez desvelará los primeros contactos que va a mantener, así como el equipo que se va a encargar de las negociaciones en los distintos grupos de trabajo, después de que ayer el rey Felipe VI le propusiera como candidato para presidir el Ejecutivo español.
El secretario general de los socialistas (PSOE) se reunirá con la dirección de su partido por la mañana para fijar los primeros pasos.
A continuación, se desplazará al Congreso para presidir una sesión extraordinaria con los diputados, senadores y eurodiputados socialistas.
Tras el encargo de Felipe VI, después de que el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, renunciara a ser candidato a la investidura por no disponer de apoyos, Sánchez aseguró ayer que va a hablar con todos los partidos para conformar una mayoría alternativa.
En sus conversaciones incluirá al gobernante Partido Popular (PP, centroderecha), aunque ha advertido de que no entra en sus planes pedir el apoyo de sus 122 diputados para su investidura.
Sánchez expresó su voluntad de implicarse «desde el primer minuto» en las conversaciones que mantendrá «a izquierda y derecha».
«La agenda no estará vacía», insistió al remarcar que dialogará con todos, sin desvelar a quien llamará primero, si a los liberales de Ciudadanos o al izquierdista Podemos.
También se reunirá con los portavoces de grupos territoriales de Cataluña, Galicia y Valencia que concurrieron a las elecciones del 20 de diciembre en las listas de Podemos.
Mantendrá encuentros asimismo con Izquierda Unida y los nacionalistas vascos (PNV) y canarios (CC), así como con otros partidos minoritarios.
También con los nacionalistas catalanes de ERC y Convergencia, aunque el líder socialista no va a solicitarles que apoyen su investidura.
Con noventa de los 350 escaños del Congreso, Pedro Sánchez tiene difícil conseguir una alianza que le lleve al poder debido a que sus dos principales opciones, Podemos (69 escaños) y Ciudadanos (40), se declaran incompatibles en términos de participar juntos en una coalición de gobierno.
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