MADRID.- Con el inicio hoy de la campaña electoral en Cataluña, los partidos polarizados entre independentistas y partidarios de la permanencia en el Estado español centran su atención en alrededor de un millón de indecisos.
Según la más reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dependiente del ministerio de la Presidencia, el 26,1 por ciento de los votantes permanece sin definir la orientación de su voto el próximo 27 de septiembre.
Este sector puede inclinar la balanza a uno u otro lado en un contexto cuando los sondeos reflejan proporciones similares para ambos bandos, y atribuyen una ajustada mayoría a los independentistas.
De acuerdo con el CIS, los partidos separatistas obtendrán un 44 por ciento de votos, pero -dado el sistema electoral- serán suficientes para garantizarle los 68 diputados que dan mayoría absoluta en el parlamento regional de 135 asientos.
Las proporciones adquieren particular importancia por el carácter de plebiscito que los independentistas otorgan a esas elecciones, por lo cual consideran que si triunfan tendrán un mandato de la población para proceder a la secesión de España.
El gobierno español, en cambio, advierte que se trata solo de comicios para elegir el parlamento regional y cualquier otra interpretación es anticonstitucional, ilegal y no será permitida.
El inicio oficial de la campaña electoral coincide con la Diada (Día de Cataluña) y una manifestación con marcado cuño independentista.
Ayer el presidente del gobierno catalán, Artur Mas, recordó que la primera ley del parlamento regional hace 35 años estableció el 11 de septiembre como Fiesta de Cataluña y expresó la esperanza de recuperar la nación catalana.
En un mensaje institucional, Mas indicó que durante cuatro años la Diada se celebra con demostraciones a favor de la independencia y consideró que se debe tomar nota de la voz de la ciudadanía, persistente y constante, convertida en reclamo inaplazable.
Ningún representante institucional, ningún demócrata, puede obviar este clamor pacífico y tiene la responsabilidad de encontrar la forma para que pueda expresarse democráticamente. Que sea, pues, el mandato democrático el que marque el futuro de la nación, subrayó, en nota informativa de prensa-latina.cu.
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