“La leyenda urbana sobre tráfico de órganos, tal como se vio esta semana en Huaycán, Ate, revela que aún existen sectores de la población que tienen una desinformación extrema sobre el trasplante de órganos”, manifestó el gerente de Trasplante de EsSalud, Carlos Carvallo Ñiquen.
Para el médico nefrólogo, ese tipo de rumores o creencias se expanden con facilidad en zonas pobres donde no llegan los medios de información masivos sino más bien cuentan con mecanismos de comunicación más eficaces como el “boca a boca” o una radio local.
“No es extraño que, justamente donde hay población desinformada, que vive en la periferia, en lugares inseguros y con presencia de delincuencia, se diseminen noticias que provocan niveles de violencia inadmisibles”, comentó Carvallo a la agencia Andina.
Los disturbios se iniciaron después que efectivos policiales rescataran en la zona «C» de Huaycán a dos personas que trabajaban como encuestadores y estaban a punto de ser linchados tras ser acusados como «traficantes de órganos», leyenda que fue difundida días atrás por redes sociales.
Debido a que la población pensaba que la policía «protegía» a los traficantes, comenzaron a atacar la sede policial de Huaycán, azuzados además por otro rumor: que adentro había menores descuartizados.
Carvallo Ñiquen precisó que el trasplante de órganos no se logra por medio de un secuestro, pues este procedimiento solo puede hacerse en una sala de cuidados críticos luego que el donante sufrió muerte cerebral.
«No se toma en la calle, ni en un hotel porque se tiene que evitar que el donante se infecte y el órgano se coagule. Además deben realizarse los exámenes de compatibilidad y otras cosas más», anotó.
Asimismo, aclaró, es imposible extraer órganos a los niños para donarlos. «Primero porque son pocos los menores que necesitan un trasplante y están hospitalizados, y segundo, porque los trasplantes de órganos de niños a adultos no son posibles por falta de proporcionalidad».
Para el funcionario, el Estado necesita elaborar estrategias de comunicación para reducir la desinformación de la gente respecto a la donación y trasplante de órganos, y dejar de lado las creencias y mitos.
«Los más frecuentes siguen siendo que matan a la gente para extraer sus órganos, se deforma el cuerpo o cosen el cuerpo del donante cadavérico de mala manera».
Finalmente, lamentó lo que ocurrió en Huaycán porque, dijo, dañará a los pacientes que están en lista de espera, la mayoría de los cuales son pobres. «Este hecho impactará en la tasa de donación, precisó”
ANDINA/ Foto internet-medios/ Video Latina